Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Imprime esta página - Tamaño de texto + / - Editorial - Noviembre / Diciembre 2008

EDITORIAL

Comienzan a develarse, dramáticamente, todas las mentiras y medias verdades de la burguesía financiera (nativa e internacional) y sus gobiernos. Sus raídas máscaras no alcanzan a cubrir sus verdaderos rostros; sus mentiras y medias verdades no alcanzan para disfrazar la colosal estafa que intentan perpetrar contra el proletariado argentino. Las frases que usan para seguir perpetuándose en el poder, son las mismas que usaron sus antepasados; las medidas también se repiten como si estuvieran congeladas en el tiempo… ¡Nada nuevo! ¡Blanqueo de capitales! ¡Condonación encubierta de las deudas! ¡Reducción de aportes patronales! ¡Despidos, suspensiones, vacaciones anticipadas de acuerdo con las necesidades de los patrones! Una batería de medidas todas apuntadas contra los intereses de la clase obrera en particular y el proletariado en general.
Porque… a no engañarse: este gobierno no es progresista, mucho menos popular y menos que menos un gobierno de “izquierda”. Lo hemos dicho y continuaremos sosteniéndolo: es EL GOBIERNO DEL CAPITAL FINANCIERO. Es el peronismo que se corresponde con el desarrollo del capitalismo.

Como marxistas, tenemos la obligación de desnudar todas y cada una de las medidas exponiendo, así, las verdaderas intenciones de la clase dominante. Es el gobierno que más le conviene a la burguesía financiera en el actual y futuro desarrollo de la lucha de clases. Es el gobierno que posee mayor capacidad para engañar y dividir a las masas. Es el partido o movimiento que tiene el aparato partidario con mayor capacidad para contener las luchas por venir. Es el que organizó y organizará a los lúmpenes como fuerza de choque contra los proletarios porque cuenta en su haber experiencias como las de las tres A y los grupos de tareas del Comando de Organización, la Concentración Universitaria, la Juventud Sindical, la JPRA y las patotas sindicales. Y, lo que es más importante, sostiene a dirigentes corruptos, que no representan a nadie, encaramados en las direcciones de la mayoría de los sindicatos.

Por eso, creemos que se equivocan los que sostienen que este gobierno es “progresista”… Creemos que no analizan a partir de qué facción de la burguesía detentan la hegemonía. A partir de allí, deberían ver la verdadera base material y no dejarse confundir con las apariencias o con la toma de medidas que aparentan una cosa, pero que en el contexto actual que enmarcan esas medidas, significan exactamente lo contrario y tienen efectos perjudiciales para el proletariado de la ciudad y el campo, para la pequeña burguesía de la ciudad y el campo y para los excluidos del sistema.

La “pejotización” que viene desarrollando Kirchner no es otra cosa que sacarse de encima a grupos, organizaciones e individuos que pueden y serán “piedras en el camino”, que no son “confiables” para desarrollar sus planes. No hubo, no hay ni habrá contradicciones antagónicas entre el PJ y la burguesía financiera.

Si analizamos un poco más fino, veremos que el “conflicto con el campo”, se debió a la miopía e irracionalidad de los dueños de la tierra. SU gobierno lo favorecía con la resolución 125. La voracidad de esta burguesía parasitaria creyó que tenían a Dios “agarrado de las patas”… Como buenos idealistas que son, creyeron en la inmutabilidad de los precios internacionales, pensaron que los precios se moverían SIEMPRE hacia arriba... Ahora piden a gritos que apliquen la 125... Sólo ha cambiado que lo hacen con otras palabras. Resumiendo, si hubieran aceptado la resolución 125 no estarían pagando lo que están pagando y pagarían bastante menos.

En un país que grava hasta el consumo básico con un 21%, mientras el proletariado paga religiosamente sus impuestos, el gobierno de la burguesía financiera se apresta a amnistiar a todos los grandes evasores, medida que siempre ha fracasado porque la travestida burguesía nativa es tan rapaz que, en su mayoría, no se acogerán o se acogerán a sus beneficios pero igualmente no pagarán. La moratoria impositiva, presentada como parte del plan “anticrisis”, es una burla para el proletariado argentino que una vez más deberá pagar lo que los ricos no pagan. Y, como si fuera poco, semejante medida hará caer los juicios por más de 2.000 millones de pesos, con gastos incorporados, que ya inició la AFIP. Quedarían en la nada más ni nada menos que 3600 juicios penales que irán a engrosar los archivos de la justicia que no tiene nada de justa. Hasta un juez, que lleva muchas de las causas, opina que es “lisa y llanamente una amnistía” y siguió diciendo: “Lo más grave, es que pone en un plano de igualdad a los ciudadanos que cumplen la ley, con los que no la cumplen”. El ex titular de la AFIP, Alberto Abad, calificó el proyecto como “socialmente injusto”.

Veamos la lista incompleta (por falta de espacio) de una parte de los amos del gobierno: puntualicemos que las más denunciadas por la AFIP son las cerealeras, las mismas que estuvieron y están detrás de todos los conflictos de los piqueteros terratenientes. En la lista oficial figuran: Agro Land, Agro Muñoz, Agro Saladillo, Agro Quiroga, Agroservicios Entre Ríos, Cerealera Santafesina, Cereales Laborde, Cereales Marco Juárez, Monsanto, entre otras.

Algo similar ocurre con los frigoríficos en donde aparecen Araucano, Ranquelino, Entre Ríos, Gorina, Tolosa, La Cabaña, Verónica y muchos más.

Igual figuran, entre los parásitos empresarios, Aceros Zapla (Sergio Taselli), Enrique Menotti Pescarmona, Harengus (Bulgheroni), Ledesma (Blaquier).

En el rubro de la pesca sobresalen Conarpesa, Universal, Los Moros, etc.

No falta ni el fútbol: entre los clubes están Newell´Old Boys y Colón de Santa Fe. Hasta están la supermodelo Valeria Mazza, la ex línea aérea Dinar, la financiera Puente Hermanos, Transvideo, los supermercados Toledo, la línea de colectivos 22, etc.…

Las causas son 3638. Son muy pocas las excepciones que no podrían llegar a la amnistía impositiva, expresamente citadas para que se les niegue tan bondadoso beneficio que, para el proletariado, es una carga más sobre sus espaldas.

¿Por qué se impulsa esta medida justo en este momento…? Simple: la mentira de que el país estaba “BLINDADO” frente a los embates de la crisis, hay que taparla con más mentiras y las pérdidas que se manifiestan por el virtual estancamiento de la economía hay que compensarlas, demostrando que este gobierno es fiel a sus amos. En realidad, no son pérdidas, sino que no ganan lo que estaban ganando: ganan menos.

Todas las medidas llevan en sus entrañas el traslado de recursos desde el proletariado hacia los más ricos. El gobierno de la burguesía financiera ayuda, como todos, a la brutal concentración de las riquezas en pocas manos y a ensanchar el abismo entre pobres y ricos. ¡Ninguna novedad! ¡Para eso fue elegido!

¡Otra amnistía! La mal llamada ley de repatriación de capitales. ¿Desde cuándo el capital tiene “patria”…? El capital es internacional, por lo tanto, el trabajo también es internacional. La clase obrera es internacional y debe sentirse y asumirse como tal. Repatriación es la máscara en la que se esconde el BLANQUEO DE CAPITALES. Otra falacia que encubre la amnistía impositiva para todos aquellos que sacaron su dinero del país antes del corralito y el corralón, que nunca estuvo apuntado hacia los grandes capitales y mucho menos para los grandes evasores, sino hacia los pequeños ahorristas, la pequeña burguesía y el proletariado de “cuello blanco”.

Para los grandes evasores debe haber cárcel y expropiación sin pago. Estos señores son los verdaderos delincuentes, los verdaderos genocidas. Le creeremos a este gobierno cuando tome medidas que vayan a la raíz de los problemas. Mientras arañe la superficie, todas las medidas que adopte van en contra de los intereses de la clase obrera y el pueblo. Habla de redistribución de la riqueza y se niega a eliminar el 21% del IVA sobre los alimentos, pero se empeña en abrir “nuevos y viejos negocios” para la burguesía más concentrada, la burguesía financiera. Ése es el objetivo que llevó a Cristina Kirchner al norte de África y a Rusia. Todo el “Plan Anticrisis”, como la “reactivación” de la industria automotriz, van a ser descargados sobre las espaldas del proletariado, justamente, el que aporta al ANSES… Vamos a cargar con las pérdidas y ELLOS con las ganancias ¡Nada nuevo!

Lo que mueve al gobierno de la burguesía financiera no es la preocupación frente a la desocupación, sino que lo único que le quita el sueño es garantizarles a sus amos una rentable tasa de ganancia.      
   
Ni siquiera la resolución de la Suprema Corte, catalogada por algunos como histórica, alcanza la dimensión “progresista”. Veamos: los trabajadores nunca necesitaron de ningún fallo de ninguna Corte para elegir a sus delegados. Lo hacen simplemente. Saben, por la larga experiencia, cómo eludir los obstáculos que interpone la dirigencia corrupta. La inmensa mayoría son afiliados compulsivamente, sean efectivos o no, desde el momento en que se les descuenta la cuota sindical. La deficiencia que contiene el fallo está dada por el contexto en que se produce, por lo tanto, debemos sospechar que apunta a atomizar la organización de los trabajadores. Distinto hubiera sido si hubiera fallado sobre la inconstitucionalidad de todos los estatutos de los sindicatos, que permiten que los “dirigentes” se perpetúen en la dirección de los gremios e impiden la presentación de listas opositoras, porque es más difícil ser un honesto miembro de una Comisión Interna que postularse para Presidente de la Nación…

Seguramente, no podemos esperar que ningún fallo de una Corte Suprema de Justicia de la burguesía resuelva los problemas que tiene el proletariado con la dirigencia corrupta de sus organizaciones sindicales. Debemos concluir que el fallo de la Suprema Corte de Justicia es un arma de doble filo y el filo más cortante está apuntado hacia el proletariado. Busca atomizar, aún más, la organización reivindicativa de los trabajadores que deberán cuidarse de no ir atrás de los aventureros, fundamentalmente de los autodenominados trotskistas, que intentarán, con sus políticas funcionales a las del enemigo de clase, hacer tantos sindicatos como fracciones sean.

No hay nada casual: el fallo aparece cuando asoma un repunte en las movilizaciones de los obreros y el malestar que provocan los despidos, suspensiones, vacaciones anticipadas y el virtual congelamiento de los salarios. La burguesía ve con suma preocupación este accionar y presume, correctamente, que la dirigencia corrupta no le servirá demasiado como dique de contención. Es previsible que los enfrentamientos como los de Rosario se multipliquen. Las movilizaciones en defensa de la fuente y las condiciones de trabajo y el resguardo del salario irán en aumento y obligarán a la dirigencia corrupta a posicionarse en favor o en contra. Ya lo presenciamos en el gremio de los mecánicos, vendrán atrás los metalúrgicos que ya denunciaron más de 4.000 despidos. La dirigencia traidora quedará desenmascarada rápidamente.

Como Partido debemos apoyar e impulsar todos los conflictos promoviendo la solidaridad de clase para generalizarlos, siempre con LA UNIDAD como bandera y herramienta de lucha. Debemos buscar, permanentemente, la más plena participación democrática de todos los trabajadores. No debemos permitir que se pierda de vista el enemigo concreto y el enemigo de clase en general. Aclarar, pacientemente, el papel del Estado burgués en general y en lo particular y concreto. Y lo que es más importante: debemos hacerlo como uno más, sin siglas y sin aparato.

Tampoco debemos distraernos con querer “armar” sindicatos paralelos ni corrientes ni nada por el estilo. Ya madurarán las condiciones para hacerlo.

La humildad y nuestras convicciones serán necesarias para avanzar un paso más en el terreno de la lucha de clases.

6 de diciembre del 2008

Carlos Ponce de León