Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Imprime esta página - Tamaño de texto + / - Editorial - Noviembre / Diciembre 2009

EDITORIAL

Ley de medios, ley de reforma política: mucha cháchara y nada sustancioso para el proletariado argentino. Por ejemplo, se habla, se dice y se escriben metros y metros de palabras, una detrás de la otra, aunque nada se dice en realidad SOBRE LA INFLACIÓN, pero no de cualquier inflación, sino de esa que sufrimos los simples mortales cuando vamos a adquirir los alimentos que reponen las energías perdidas en la jornada laboral, cuando vamos a pagar el alquiler de la casa que nos cobija de la intemperie o el transporte que nos lleva al lugar donde gastamos nuestras energías o la luz, el gas, el agua, el teléfono, los impuestos inmobiliarios y toda la cadena de gastos, medicamentos, vestimenta, recreación, útiles escolares, etc.

El poder económico (campo, industria y comercio) está en manos de empresas monopólicas “nacionales” y extranjeras firmemente asociadas y son las que forman los precios. Las pequeñas y medianas empresas deben seguir -y siguen- los pasos de las grandes. Hasta aquí ninguna novedad. Las dueñas del mercado son las grandes: el poder para financiar o desfinanciar está en sus manos. Estas son las que utilizan la inflación como arma para disciplinar al proletariado y para mantener y acrecentar su poder político. También usan la inflación como un arma para la desestabilización. Recordemos el golpe que le dieron al gobierno de Alfonsín quien no sólo tuvo que irse, sino que fue el que dejó en marcha toda la base jurídica, junto con la base material, para el desguace de todas las empresas estatales, tarea que muy alegremente ejecutó el gobierno “nacional y popular” de Menem. Cuando terminó el “festival” ya no había mucho de dónde sacar recursos para seguir con la fiesta. Había que empezar un nuevo ciclo de acumulación. Al país no llegaban los capitales que desde el extranjero se habían sumado a la jarana, porque habían sacado sus jugosas tajadas y se fueron sin dar las gracias. Plan Brady, blindajes varios, endeudamientos con el FMI, ajustes y más ajustes fueron la receta para ir “tirando”, hasta que el ladrón Cavallo tuvo la “brillante” idea de saquear a los ahorristas e inventar el “corralito”. Claro, primero advirtió a los grandes capitalistas para que no fueran afectados. La pequeña burguesía se enojó, salió con sus cacerolas y, junto con una parte considerable de pueblo, generaron el levantamiento del 19 y 20 de diciembre del 2001. Por un lado, los recursos, que no son de goma y mucho menos con el aparato productivo paralizado, ya no estaban; por el otro, el fiestero menemato había acumulado hartazgo en la población. La Alianza era una bolsa de gatos rabiosos. El Presidente era un personaje impresentable, un inútil. Los parlamentarios eran tan inútiles como el presidente, porque se los sacó del único papel que conocen: el tráfico de influencias, los negocios sucios y otras corruptelas, no sirven para nada. Debe haber honrosísimas excepciones dentro de los parlamentos, pero, en general, sus integrantes son incapaces. Esos días desplegaron toda su inutilidad. El pueblo se dio el lujo de voltearle cinco  presidentes y desconocer la Ley de Estado de Sitio. Acuerdos y desacuerdos “elevaron” al mafioso de Lomas de Zamora a la presidencia. En una mezcla de palos y caricias, la burguesía, con su títere, logró “encarrilar” la situación, pero no resolverla. Los dueños del poder no usaron la inflación, prefirieron no alimentar el incendio: era muy peligroso. Cedieron un poquito para instrumentar los planes asistenciales. El 2001 fue un severo llamado de atención. Trataron de desactivar la consigna “que se vayan todos”, mientras las organizaciones autodenominadas “izquierdas” ayudaban a desactivar las asambleas populares, y ambos lo hicieron muy bien. Toda esta historia es la que está detrás de la Ley de Reforma Política, porque esta historia continúa expresándose en la cada vez mayor abstención y en el creciente cuestionamiento a las elecciones burguesas.

La pequeña reactivación del aparato productivo permitió un nuevo proceso de acumulación, pero también una nueva vuelta de tuerca en la concentración de la producción y una mayor centralización del capital. Es un proceso del que no puede escapar la burguesía. Por más que los plumíferos analistas, al servicio de la burguesía financiera, se desgañiten queriendo demostrar lo contrario, lo cierto es que cada vez hay menos ricos, muchísimo más ricos y muchísimos más pobres, cada vez más pobres. Los índices responden a los intereses de la burguesía financiera: esconden la realidad porque les conviene mantener al proletariado y al pueblo en la más absoluta ignorancia. Hablan de crecimiento para el 2010, como si Argentina no perteneciera a esta galaxia. En lugar de crecimiento, lo más posible es que haya un estrangulamiento de la economía, que los enfrente a la misma o parecida situación que Dubai y Grecia. No se explica de otra manera la desesperación de la Sociedad Rural y sus claques de asumir de alguna forma el poder político. Lo hemos explicado, una y otra vez, que la burguesía nunca ha realizado sus ganancias con tanta tranquilidad y tan pocos sobresaltos. El “progresismo” nunca tuvo la seguridad jurídica y social con la que goza en estos momentos; porque, más allá de algunas estúpidas expresiones de deseos, apoya al gobierno, lo justifica y lo legitima. Negocios mediante, va a hacer causa común e intercambio de “favores” con el oficialismo, si bien no son lo mismo que el oficialismo. Tienen objetivos comunes que para el oficialismo son negociables.

He aquí una de las razones de la desesperación de la burguesía financiera más concentrada. A pesar de sus ingentes empeños de reconstruir el viejo y corrupto Partido Conservador con toda le lacra habida y por haber, su sueño de condicionar al oficialismo en el parlamento parece una misión imposible. El oficialismo tampoco continuará como hasta ahora, porque tendrá que negociar con el progresismo. Por ahora y nada más que por ahora, los piqueteros terratenientes, con su claque de la UIA y de la Cámara de Comercio, deberán contentarse con hacer declaraciones incendiarias y proferir amenazas que no pasarán de eso. ¿Difieren los objetivos de Biolcatti con los del gobierno? Según nuestro parecer, no en esencia. Es un despropósito hablar de derecha y de progresismo cuando se refiere a los conservadores y al oficialismo. Hasta aquí los objetivos de ambos son los mismos, la diferencia estriba en las formas y en las prioridades; existe una tibia divergencia en el acento que ambos ponen para resolver la cuestión social llamada a agudizarse. El oficialismo, con su política, trata de contenerla sin echar demasiada nafta al incendio que seguramente se desatará cuando la crisis internacional se agudice en suelo argentino. Pero está claro que hace una valoración bastante realista de la situación social y de la relación de fuerzas entre las clases. Por ahora, intenta “diluir” los focos de incendio, derivando recursos económicos hacia los más necesitados y hacia la clase obrera.

Los energúmenos cavernícolas agrupados en la “oposición”, a pesar del aparente descubrimiento del Jefe de Gabinete, no son nóveles golpistas. Por el contrario, son viejos golpistas. Dijimos y seguimos sosteniendo que conforman el Partido Militar. Hoy, por razones que se conocen, los militares no participan activamente con los piqueteros terratenientes, pero seguramente están al acecho. Por ahora, los piqueteros terratenientes son el “enemigo necesario”, el enemigo de paja imprescindible para demostrar que el gobierno de la burguesía financiera está haciendo políticas que lo afectan. El discurso de Biolcatti en Palermo es patético, como patéticas son las declaraciones del Jefe de Gabinete. Su Partido, el PJ, fue el principal aliado de los dictadores y su complicidad continúa porque sigue la política económica diseñada por Martínez de Hoz. El señor Jefe de Gabinete debería impulsar la aplicación de la Ley de Defensa de la Democracia y de la Ley Antiterrorista a todos los concurrentes al acto de la Mesa de Enlace. Debería meterlos presos: elementos para enjuiciarlos no faltan. Debería aplicar la misma vara que les aplica a los jóvenes y a todos los que protestan ¿Por qué no los reprimieron como a los obreros de Kraft, a los jóvenes en Vélez o a los compañeros de la Mutual Sentimiento…? Porque no hay voluntad política para golpear a sus amos.

Cada paso que da el gobierno de la burguesía financiera desnuda su verdadero carácter. Para abundar en este sentido, para demostrar que este gobierno nada tiene de Nacional, mucho menos de popular y menos que menos de democrático, alcanzan algunos ejemplos: en las Cámaras de Diputados y Senadores se aprobó la Ley sobre la Defensa de los Glaciares. Según tenemos entendido la votación fue por unanimidad. Sin embargo, la Ley fue VETADA por la Presidenta. ¿De cuánto es la comisión que pagará la empresa minera canadiense Barry Gold…? ¿Cuánto le pagarán al Gobernador de San Juan, José Luis Gioja y a su hermano, César Ambrosio Gioja, transformados en lobbistas de esa empresa…? Los señores Diputados y los señores Senadores ¿saben que hay un mecanismo constitucional para aprobar la Ley más allá de la voluntad del Ejecutivo? ¿O se sumarán al negocio en lugar de defender la Independencia del Poder Legislativo, tal como se sumó la Cámara Laboral al Dictado del fascista Jefe de Gabinete en defensa de la conducción del Sindicato de Aeronavegantes, que perdió las elecciones por 800 votos, según denuncia la oposición?

¿Qué hay detrás de la supuesta “persecución” a la corrupta dirigencia sindical? Ésta no sólo resultó inservible al gobierno como contención a los reclamos de las bases, sino que se transformó en un salvavidas de plomo. Los conflictos de Kraft y Subterráneos han abundado en esa línea. Ni Moyano ni Daher (Secretario General del Gremio de la Alimentación) ni Fernández (Secretario General de UTA) han aportado nada para solucionar los conflictos abiertos en sus sindicatos; por el contrario, pese a las declaraciones en favor o en contra, fueron una piedra en el camino para cualquier negociación. Los lazos que los unen van más allá de los negocios sucios, de las traiciones a sus representados, del maridaje con el poder político de cualquier signo, porque en ellos también subyace la complicidad con los crímenes de lesa humanidad de la dictadura militar. Las listas de los delegados y activistas que manejaron los militares salieron, sin ninguna duda, de las oficinas de la burocracia. En SMATA quedó demostrada la plena relación sindicato- empresa-dictadura. Hemos denunciado, una y otra vez, que los Estatutos de la mayoría de los sindicatos son anticonstitucionales. Esa característica transforma a los obreros en cautivos de la camarilla corrupta. Los aumentos en las cuotas sindicales y en las de las obras sociales, los decide esa camarilla, como también decide la calidad de las prestaciones médicas y los descuentos en los medicamentos. Todo en función de sus patrimonios. Es poco creíble que todo eso lo decida al margen del conocimiento del poder político. Es cierto que las intervenciones de las dictaduras arrasaron las cajas de los sindicatos, es cierto que permitieron que las empresas acumularan montos siderales en deudas, pero también es cierto que desde 1983 el Estado no hizo nada para que las empresas pagaran esas deudas. Los perjuicios los pagamos los trabajadores y los jubilados. Lucran con la salud y la vida de los trabajadores y sus familias, para hacer negocios con medicamentos y tratamientos adulterados. En este sentido, no debemos pensar en términos de estafas, sino de asesinatos. Los jueces deben investigar cuántas víctimas fatales existen: todas las muertes sucedidas como desenlace de la estafa y deben actuar en consecuencia. También deben investigar a todos los dirigentes en sus patrimonios familiares. Todo el peso del Código Penal debe usarse para sancionarlos, empezando por la expropiación de todos sus patrimonios. También se debe investigar a todos los funcionarios, estén o no directamente vinculados. Las “amistades” cruzan y entrecruzan el fenómeno delictivo. La corrupción no está focalizada en una sola institución del Estado: todas las instituciones están puestas en duda. La “prolijidad” que intentó el gobierno de los Kirchner fracasó totalmente. Hasta ellos están en tela de juicio por el exorbitante crecimiento patrimonial del 158%. La corrupción en el sistema capitalista tiene su base material en el robo de una porción del trabajo de cada uno de los proletarios. Su base ideológica es el sostén del interés del individuo por encima del interés de toda la sociedad.

Estamos presenciando un proceso que se desarrollará de menor a mayor: el hartazgo y el descreimiento del proletariado o el pueblo en las instituciones burguesas. Entendiendo como instituciones TODO tipo de organización que se haya dado hasta aquí para intentar cambiar la situación imperante. Prestando atención, desde esta perspectiva, debemos tomar los indicios que se están presentando. Por ejemplo, el alto porcentaje de abstención  en las elecciones desde el 2001; las luchas del proletariado en general y de la clase obrera en particular, por fuera de las organizaciones tradicionales; los ataques a la institución policial y de la justicia frente a algunos asesinatos. El “caso Pomar” es un emblema: la desidia policial y las infamantes elucubraciones de los medios masivos de “comunicación” -con sus supuestos “analistas criminalísticos”- tejen insultantes teorías, retorciendo, como hacen siempre, la verdad. Ninguno de ellos tuvo la suficiente honestidad y mucho menos la valentía para reconocer que se equivocaron. La familia Pomar se tendrá que quedar con todas las injurias y bestialidades que dijeron todos los pseudos periodistas en todos los medios. Ahí tenemos a Horacio Verbitsky recibiendo un premio y festejando la anulación de los artículos del Código Penal y del Código Civil sobre calumnias e injurias. ¿Cómo se puede defender la familia Pomar de todas las calumnias e injurias ahora que el código ha cambiado y ha anulado la penalización y enjuiciamiento para quien cometa esos delitos? Ni a los periodistas ni a Verbitsky les debe importar absolutamente nada: ni el dolor ni el honor de las familias que no tienen acceso a ese “periodismo independiente”.

Nada es casual en la lucha de las clases. Cuando parece que nada se mueve, el topo de la historia hace su trabajo subterráneo. La agudización de las contradicciones en el seno de la burguesía se corresponde con el accionar de las masas en todos los niveles, con el amplio abanico de reivindicaciones y con la agudización de la crisis del capitalismo a nivel mundial. Sólo los que se arrogan la representación de las masas no son capaces de ver lo que sucede debajo de sus pies y siguen con sus sectario accionar y sus sectarias propuestas elaboradas en sus minúsculos “laboratorios”, chocando frontalmente con la realidad e intereses de las masas.

Es una prioridad exigir el desmantelamiento de los aparatos represivos, la desmilitarización de todas las policías, el desmantelamiento de todos los grupos “especiales” y antimotines de la Gendarmería y las policías. Se están entrenando con la represión a los jóvenes… ya no les alcanza el gatillo fácil. Debemos exigir que se deslinden las responsabilidades políticas Es muy sugestivo que el Jefe de Gabinete tenga bajo su mando a la Policía Federal. Si es así, que no es casualidad, que responda por la represión a los jóvenes en el recital en Vélez Sarsfield, a los Ex Combatientes de Malvinas, a los estudiantes de la FUBA y todas sus prácticas en la ciudad de Buenos Aires. Lo dijimos, es un claro exponente del fascismo.

También es prioridad exigir la expropiación sin pago de todas las empresas formadoras de precios y la eliminación del IVA a todos los artículos componentes de la canasta familiar.

Es prioritario trabajar por la unidad en la acción en todos los ámbitos, premisa para volcar la relación de fuerzas en favor del proletariado y el pueblo.

GLORIA A LOS HÉROES DE
MONTE CHINGOLO.

GLORIA A LOS CAÍDOS
EL 19 Y 20 DE DICIEMBRE DEL 2001.

 

Por Carlos Ponce de León.