Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Imprime esta página - Tamaño de texto + / - Editorial - Septiembre - Noviembre - 2011

EDITORIAL

Poco tiempo se necesitó desde que se apagaran los últimos sonidos de los bombos del festejo por el triunfo en las elecciones, para que se destapara la olla de todas las medidas que nos tenía preparadas el gobierno para aplicarnos el ajuste ya planeado con antelación. Sólo necesitaba mantenerlas tapadas hasta después del 23 de octubre cuando tuviera asegurados los votos. Con grandes alharacas anunciaron el triunfo del oficialismo, pero se abstuvieron muy bien -y como siempre- de aclarar que la presidenta no fue elegida por "más de la mitad del país" como sostuvieron todos los apóstoles del "modelo", sino que ese 51% sólo correspondió a los votos positivos, es decir, del total de gente que sufragó. En realidad, el oficialismo ganó con el nada despreciable 41,12% de un total de 28.853.223 de ciudadanos habilitados para votar. Toda la prensa burguesa al compás del oficialismo y hasta de la pseudo oposición "dejaron pasar" un dato no menor: la SEGUNDA fuerza real de los ciudadanos en condiciones de votar está conformada por 5.898.153 de personas de las cuales 803.341 votaron en blanco, 225.729 anularon su voto y 4.869.083 NO FUERON A VOTAR. Así que ni salió segunda fuerza el Frente Amplio Progresista de Biner con sus 3.684.595 votos ni la presidenta representa más de la mitad del país. Si publicamos estos números es para valorizar en su justa medida todas las cifras y desnudar la hipocresía conveniente que entraña su omisión. A todos les convienen las cifras infladas a fuerza de ocultamientos porque de esa manera todos parecen más representativos de lo que son realmente y figuran tener más legitimidad, cuando se esconden a aquellos rebeldes ciudadanos que han dejado de creer en el sistema electoral burgués, una tendencia que viene aumentando en el mundo y que es manejada de la misma manera por la prensa burguesa y los partidos políticos que participan del circo para las masas.

Apenas dos días después del triunfo electoral, volvía la algarabía por la aparente invitación a conversar que le hiciera Obama a la presidenta reelegida, como si dios se hubiera dignado a posar su mirada sobre sus súbditos. El entusiasmo bananero de muchos funcionarios oficialistas dio vergüenza ajena, máxime considerando lo que representa hoy el presidente de Estados Unidos, miembro de una OTAN en vísperas de desatar otra guerra y sembrar espantos, masacres y exacciones a nuevos pueblos. La invitación anunciada y elogiada hasta el hartazgo por los medios y funcionarios oficialistas no era otra cosa que la necesaria entrevista entre el gendarme del mundo que ajusta las clavijas y la reelegida presidente de un país entre los tantos de los que eufemísticamente llaman en "vías de desarrollo" por no decirles del último mundo. Porque no debemos engañarnos: la entrevista no era para sacarse la foto y darle las hurras por su triunfo, sino para recordarle los ajustes que tendría que hacer a sus ciudadano (nosotros) para pagarle a uno de los socios del imperio: el Club de París.

Es que se acabó el tiempo solicitado por el gobierno a los acreedores que esperaron, precisamente, hasta el 23 de octubre a la noche, cuando las elecciones terminaron. Hasta allí llegaba la "negociación" de la espera, ahora vienen los tiempos de "honrar" la deuda, otro eufemismo que sólo disfraza, lisa y llanamente, cómo seguimos pagando una deuda externa fraudulenta a la burguesía financiera que sigue avanzando sobre todos los pueblos del mundo. Ni somos una excepción ni estamos blindados: la crisis pretenden que también la paguemos nosotros, como ya venimos haciendo desde hace más de tres décadas en este continente, porque no hay que olvidar que las penurias que hoy viven los europeos, los latinoamericanos las pasamos antes y sus consecuencias las padecemos ahora.

En un contexto mundial de crisis sin salida, único en la historia, el discurso de la presidenta en el G20, donde sostuviera su hipótesis de que estamos en un anarco capitalismo que sólo piensa en las ganancias, no nos permite saber si fue una expresión de ingenuidad o de hipocresía. Volvieron a sonar los bombos en Argentina, cual si hubiera dicho una genialidad que, todavía, se agigantó con su pedido de "volver al capitalismo en serio", como si el que padecemos los latinoamericanos hubiera sido de mentirita, como si no contáramos con millones de desocupados estructurales, decenas de empresas del estado rifadas al mejor postor de la burguesía, salarios y jubilaciones que no cubren nuestras necesidades básicas, educación y salud pauperizadas y un país prácticamente esquilmado por ese capitalismo en broma que tuvimos hasta ahora.

A la ya mencionada -en nuestro número anterior- declaración de la presidente reelegida de que no es una revolucionaria, ahora debemos agregarle su intención de profundizar el capitalismo. ¿A alguien todavía le quedan dudas de qué intereses representa? ¿Alguien puede, hoy por hoy, seguir sosteniendo que tenemos un gobierno nacional y popular? Nos preocupan mucho esos jóvenes que le cantaban a la presidenta durante el velatorio de su marido: "Cristina, Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación". Nos preocupa que no puedan distinguir entre un "modelo" de entrega y un sistema liberador de los pueblos, entre el capitalismo y el socialismo, único sistema liberador. Nos preocupa que el maquillaje sea tan grueso que impida ver que nada es popular cuando los intereses que se defienden son los de la clase dominante, la burguesía.

Y ahí lo vimos, más contento que perro con dos colas, al titular de la Unión Industrial Argentina, José de Mendiguren, festejando el triunfo del oficialismo. ¿Alguien puede dudar de que su alegría responde a sus ganancias y que sus ganancias siempre están atadas a que es un patrón explotador que extrae plusvalía de sus trabajadores? ¿Cuán "popular" es el beneficio de unos pocos a costa de las mayorías.?

¿Y cuán popular es un gobierno que nombra a un duhaldista como embajador en Estados Unidos? ¿Cómo? ¿El duhaldismo no era el peor enemigo del oficialismo dentro del peronismo.? ¿Qué hace Jorge Argüello representando en el país del norte a un gobierno nacional y popular, cuando pertenece a uno de los sectores más reaccionarios del peronismo?

Pueden ser muchos los dichos y las lindas palabras de los discursos, pero para no dejarnos engañar tenemos la necesidad de evaluar HECHOS, no dichos. Y los últimos hechos son, por ejemplo, que en el presupuesto aprobado para 2012 se estableció que 5.674 millones de dólares de reservas serán destinadas para el pago de la deuda; que el gobierno no hizo en tiempo y forma el inventario que debía identificar las reservas estratégicas de agua en la Cordillera para preservarlas, lo cual favorece no sólo el avance de las mineras, sino que su actividad se vea favorecida y que, prácticamente y en los hechos, la ley de glaciares haya sido cajoneada; que la presidenta del gobierno de los derechos humanos participó de un acto en General Motors poniendo a la empresa como ejemplo del "modelo industrial", pero olvidándose de que justamente ésa fue una de las empresas que financiaron el golpe militar genocida de los '70, donde desaparecieron cientos de compañeros para los cuales no hizo ni una sola mención. Cabe aquí una aclaración necesaria: la GM cuenta entre sus mayores accionistas al Citigroup, la Goldman Sachs y el Cerberus Capital Management, entre otros y su segundo accionista es el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, todos ellos hoy responsables del endeudamiento no sólo latinoamericano, sino europeo con la burguesía financiera. ¿Éste es el capitalismo en serio al cual quiere la presidenta que volvamos? ¿Cuándo nos fuimos, que no nos enteramos?

Pero estos no son todos los hechos que se precipitaron después de la fiesta electoral. Ya no se podía perder más tiempo: una semana después de las elecciones también llegaron las quitas de subsidios por 600 millones de pesos a las empresas de telefonía móvil, bancos, seguros, juegos de azar, aeropuertos y minería y petróleo, lo cual hará recaer sobre nuestras espaldas el peso de pagar la diferencia en las tarifas de los servicios y el transporte, mientras nuestros salarios y jubilaciones siguen siendo los mismos. ¿Qué hacía el gobierno "nacional y popular" subsidiando con nuestro dinero los countrys de los ricachones, los bingos, casinos e hipódromos, mientras los hospitales no tienen camas, el 47% de los argentinos no tiene cloacas, el 43,9% no tiene gas de red, el 22,3% directamente no tiene agua corriente y las escuelas se caen a pedazos? ¿De qué valen tan lindas expresiones de deseos pronunciadas en floridos discursos cuando los hechos dejan al desnudo el desmadre de lo que se nos oculta y de lo que se hace con nuestros aportes? Este es el capitalismo -¿en broma?- en el que estamos viviendo: el que favorece a los que más tienen y deja afuera a los que siempre estuvieron postergados.

Y tanta es la hipocresía en que pretenden sumergirnos que vimos a la presidenta "inaugurar" un hangar donde, ante el conflicto gremial con los controladores de vuelo, sostuvo: "La cuestión no es enfrentar a nadie, hay que convencer para que trabajen, hay que persuadir para trabajar todos los días y levantar la línea", como si los trabajadores fueran unos holgazanes a los que hay que meter en caja para trabajar y no asalariados en conflicto por reclamos justos. No sólo la conveniente "inauguración" para presionarlos no pudo con ellos, sino que tampoco logró ahogar su buena memoria, dado que poco después el gremio publicaba un parte de prensa en el que, entre otras cosas, sostenía: "Ante la inauguración oficial de un hangar en Aeroparque para la empresa Austral, con la presencia de la Sra. Presidenta de la Nación, el Consejo Directivo de APTA se ve en la obligación de aclarar a la sociedad argentina, que solventa con sus dineros  a Aerolíneas Argentinas y Austral, que dicho hangar no fue construido por la actual gestión estatal; sino que tiene  un cuarto de siglo de antigüedad y es alquilado a Aeropuertos 2000. Habiendo sido utilizado en el pasado por las aéreas, CATA, LAFSA y LAN ARGENTINA. Este hangar inaugurado, no es el nuevo solicitado desde hace mucho tiempo por APTA. Cuya ejecución fue acordada en el Acta Acuerdo subscripta en mayo del 2010 con las máximas autoridades de Aerolíneas Argentinas y Austral; luego ratificada en subsiguientes reuniones de trabajo.  Un hangar que debía estar construido antes de fines del 2011, destinado  a reemplazar otro muy antiguo de Austral,  hoy parcialmente utilizable por peligro de derrumbe." (sic). ¿Es necesario agregar algo más a tanta mentira? Sí: un día antes de la "inauguración", el gobierno traspasó el control del tránsito aéreo de la aviación comercial a la Fuerza Aérea, medida totalmente reaccionaria ya que los trabajadores perderán su derecho histórico a agremiarse, al depender de las fuerzas represivas de la burguesía, además de que todos los contratos de trabajo serán por un año y su continuidad quedará supeditada a la aprobación de dicha fuerza y, como si fuera poco, el Ministerio de Trabajo solicitó a la justicia que le retiraran la personaría jurídica a la Asociación del Personal de Técnicos Aeronáuticos (APTA). No es de sorprender el rapto de memoria de los trabajadores ante las presiones y la amenaza que encubre el retiro de la personería gremial.

El conflicto del gobierno con los trabajadores de las aerolíneas fue subiendo el tono hasta el límite de que la presidenta redujera toda la problemática a una cuestión puramente monetaria, sin distinguir entre buenos salarios y carencia de seguridad en los vuelos. En medio del maremágnum de declaraciones, una detrás de otra y cuando todavía no hacía ni un mes que había aplastado a la pseudo oposición con los votos, terminó develando una amenaza poco feliz y menos poco encubierta: "No soy eterna, si esto se acaba yo voy a seguir comiendo pero será a los trabajadores a los que primero se van a llevar puestos". Cabe preguntarse ¿Quiénes se van a llevar puestos a los trabajadores? ¿Los capitalistas "serios", las fuerzas represivas.? No nos cabe duda de que ella seguirá comiendo. Lamentable.

Es que el mensaje era un tiro por elevación para el resto de los trabajadores y el ajuste tan planeado: se viene la puja por la recomposición salarial y el gobierno pretende encorsetar a todo el proletariado en un anémico aumento del 18% que no sólo no cubre la inflación ya instalada por los capitalistas buenos que apoyan el "modelo", sino que no alcanzará, tampoco, para paliar los aumentos de precios que no se detienen y van en aumento al compás de la crisis. En este plano, no podemos menos que responder al insulto a nuestra inteligencia propinado por el Secretario de Comercio Moreno cuando sostuvo, sin que se la caiga la cara, que "Con 100 pesos vas a poder hacer una buena cena de fin de año para cuatro personas". Nos parece estupendo que esa cena se la coma él y nos parecería fantástico que la lleve a la práctica y se olvide de los champagnes caros que está acostumbrado a tomar, el caviar que está acostumbrado a comer y los restaurantes paquetes a los que está acostumbrado a frecuentar y donde suele tomarse a trompadas con cualquiera.

En este contexto comienza a darse la unidad del espanto, Moyano, Barrionuevo y los gordos están preocupados, las medidas de ajuste están planificadas para avanzar sobre sus negocios: las obras sociales y los planes prepagos. Efectivamente, ante los pataleos de los capitalistas buenos, no sólo se cayó el proyecto de Recalde de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas, sino que el gobierno planea aplicarle el IVA a los servicios privados de salud que ofrecen las obras sociales, como ya aportan las prepagas privadas. Los burócratas que tanto coquetearan por izquierda y por derecha con el gobierno de turno ya no confían en él ante el avance sobre sus particulares intereses. Esta situación acelera las alianzas y las reuniones, los actos que desafían al gobierno y el endurecimiento de las posiciones. Ante la amenaza encubierta, la respuesta lógica es desviar sus propias preocupaciones hacia la masa de trabajadores, disfrazando sus cuestionamientos personales con una conveniente y repentina "combatividad". Así, todos han declarado que ninguno aceptará el 18% de aumento salarial y que parten de un mínimo del 25%. Lo cierto es que los aumentos salariales, aún antes de pautarse, no cubrirán ni la quita de subsidios ni los aumentos otorgados por el gobierno a las empresas de servicios que oscilan entre el 34% y el 248%. Se viene un saqueo a nuestras mesas y bolsillos sin precedentes que nos llevan a un pasado no tan lejano de hombres como Menem y Cavallo. El Enargas, por ejemplo, a través de la Resolución 1993, le ordenó a las distribuidoras que le facturen desde enero a todos los usuarios residenciales los nuevos valores del cargo tarifario de importación de gas. Es decir, no sólo que no estarán subsidiados los servicios que usamos, sino que además de los aumentos ya aceptados por el gobierno y pautados con las empresas, deberemos pagar los gastos de importación de la energía. No es necesario ser un economista para percibir las diferencias que hay entre el 18% de aumento salarial miserable que pretenden darnos y el -como mínimo- 34% de aumento de las tarifas. Ante este panorama deberemos organizarnos en todos los lugares donde estemos, trabajos, barrios, escuelas, universidades, etc. para rechazar de plano ser los convidados de piedra del sistema, que pretende mantener la tasa de ganancia de la burguesía -en medio de su crisis- a costillas de nuestro sacrificio. No será una tarea difícil para los argentinos que hemos dado más de una vez muestras de saber cómo luchar y encontrar los caminos y atajos para impedir que se nos expolie sin anestesia como pretende nuevamente la burguesía y su actual gobierno. Deberemos apelar a nuestra tradicional solidaridad entre pares y hacer prevalecer nuestros intereses colectivos por encima de los sectoriales o parciales. Deberemos fomentar la unidad tan necesaria a la hora de luchar y organizarnos, haciendo gala de una generosidad imprescindible que implica priorizar lo más importante por encima de las diferencias que tengamos los integrantes de nuestro heterogéneo campo popular. Será menester superar la dispersión para detener lo que hace meses han planeado CONTRA nosotros y nuestras familias.

Se termina un año en que se nos quiso desarmar con cantitos de sirena, pero se avecina otro en el cual, si no estamos atentos y dispuestos a luchar, terminaremos aún más pobres de lo que ya estamos y siendo, los que menos tienen, las primeras víctimas. Así de grave es el panorama por venir, pero también, organizándonos, tenemos todas las posibilidades de ganar una de las tantas batallas que nos llevarán al país que nos merecemos.

Y no sólo tendremos que organizarnos para rechazar el aumento de tarifas, sino para la puja salarial que será tan dura como los ajustes en curso. Sabemos perfectamente que no podemos confiar en los dirigentes sindicales de la burguesía, tan patrones como los patrones, socios de los negocios y cómplices del sistema, por lo cual también tendremos que fortalecernos en nuestros lugares de trabajo para dar la lucha salarial más unidos que nunca, teniendo claro que deberemos marchar con los dirigentes a la cabeza o con la cabeza de los dirigentes, algo que saben muy bien los burócratas enquistados en los gremios.

Este es el panorama que lleva al gobierno a haberle adquirido a Israel un suministro de chalecos de seguridad para las fuerzas represivas y una importante provisión de gases lacrimógenos con gas pimienta para reprimir, pagados con dólares que se canjearon en el Banco Nación. A tener bien en claro que cualquier persona común del campo popular no puede comprar dólares y prácticamente hasta se le pide una radiografía de sus ingresos cuando quiere canjear los pesos en que vendió su casa o su auto, pero sí está abierta la venta de dólares para las empresas privadas que tercerizan la importación de provisiones para el estado, para las fuerzas represivas o para cualquier multinacional que necesita canjear pesos por moneda norteamericana o europea.

En menos de un mes, la aceleración de hechos que tiran por la borda todas las expectativas de miles de ciudadanos que confiaron en este gobierno al que le pusieron su voto, dejan atrás sus ilusiones y ponen en el tapete los engaños oficiales pergeñados desde tiempo atrás para llegar con la menor conflictividad social posible a las elecciones para ganarlas. Ahora que tienen los votos en la bolsa se han quitado la careta y vienen desembozadamente por nosotros, por nuestros salarios y por nuestra propia vida. Como pasa en Europa, el capitalismo "serio" quiere que seamos nosotros los que paguemos los costos de su crisis y garanticemos con el hambre y la miseria su tasa de ganancia. A no engañarse: no hay capitalismo ni salvaje ni serio ni chistoso ni moderado ni humano. Simplemente hay capitalismo y la base central de su existencia es la expoliación de una clase a otra, la apropiación de plusvalía y la propiedad de los medios de producción.

Y es la defensa de los intereses de clase de la burguesía lo que lleva al estado burgués a afinar su puntería en el uso de las fuerzas represivas, a incrementarlas, por un lado, disfrazándolas de "medidas de seguridad" para los ciudadanos y, por el otro, a solventar lúmpenes para que hagan el trabajo sucio mientras se intenta mantener la imagen de un gobierno que "no reprime" la protesta social, gran mentira que se da de bruces con la realidad en la que siguen procesados miles de trabajadores y activistas o se usan bandas de lúmpenes para reprimir los reclamos del proletariado, como pasó con los maestros de Santa Cruz o de Buenos Aires recientemente.

La basura desclasada, contratada por los gobiernos tanto nacional, como provincial o municipal y también por los patrones o los sojeros de Santiago del Estero o Formosa, es utilizada para ahogar en sangre cualquier reclamo. Éste es el caso del compañero del MOCASE Vía Campesina, Cristian Ferreyra quien, casi como una burla del destino, comparte con Mariano no sólo el apellido, sino haber sido brutalmente asesinado por manos de patotas contratadas, uno por los dueños de la tierra y el otro por los burócratas progobierno. O nos matan por exigir condiciones dignas de trabajo o nos matan por pretender mantener nuestra tierra. O nos matan por gatillo fácil o nos procesan por protestar. Ahí tenemos el caso hasta de una dirigente política como Vilma Ripoll, procesada por apoyar la lucha de los trabajadores de Kraft Terrabusi o el caso del Pollo Sobrero al que se le inventó una causa absurda que lo tuvo tres días preso sin fundamentos, todo en el contexto de un gobierno que se jacta de no reprimir, otra mentira que ya no alcanza para disimular ni atenuar las muertes que se siguen acumulando, siempre entre los más pobres y los que menos tienen, larga lista que incluye a los adolescentes de Bariloche, los ocupas del Indoamericano, los qom de Formosa, los tomadores de las tierras del ahora oficialista Blaquier, los tercerizados del ferrocarril o los campesinos asesinados por los señores de la tierra y de la soja transgénica que, dicho sea de paso, de la mano de la multinacional Monsanto con su maldito glifosato, se cobró también la vida de un campesino pobre santafesino de la localidad de Vera.

¿Qué otra cosa que no sea más represión podemos esperar en el marco del endurecimiento de las medidas económicas? Para sostenerlas, la burguesía necesita el gas pimienta, para usarlo contra nosotros a través de sus esbirros represivos, como hacen en el país del norte, allá en los pagos del premio nóbel de la "paz". La única paz que conocen los estados burgueses es la de los cementerios. Y ése es nuestro mejor fundamento para organizarnos para impedirlo y dar la lucha. Porque los que terminamos en los cementerios, muertos o llorando a nuestros muertos, siempre somos los explotados y los pobres. Para no seguir muriendo es que necesitamos estar unidos teniendo como objetivo la defensa colectiva y a ultranza de nuestras propias vidas exigiendo que no haya NINGÚN MUERTO MÁS DEL CAMPO POPULAR.

Y porque a la burguesía no le importa la paz es que impulsa una nueva guerra en el mundo. Ante eso, también deberemos exigirle al gobierno la ruptura de las relaciones con todos aquellos países que integran la OTAN ante cualquier nuevo intento de invadir un país libre, como fue el caso de Libia. Sostenemos, convencidos, nuestro NO A LA GUERRA IMPERIALISTA, NO A LA OTAN.

Hoy, 3 de diciembre de 2011, estamos exactamente a veinte días de otro aniversario de Monte Chingolo, donde cayeran nuestros compañeros, los mismos que fueran enterrados en fosas comunes como NN y que recién ahora se están comenzando a identificar. Como cada año estaremos para rendirles homenaje el próximo 23 de diciembre, porque son horas de honrar a los que se jugaron la propia vida en la búsqueda del socialismo. ¡Compañeros de Monte Chingolo: PRESENTES! Ahora y siempre.

Compañeros del campo popular, Mariano y Cristian Ferreyra y demás compañeros asesinados ¡PRESENTES! Ahora y siempre.

Compañeros: que el 2012 nos reciba con la fuerza y la unidad indispensables para triunfar. A luchar, porque el asalto a los cielos es para nosotros. Y para nadie más.

Por Amanda Cánepa.