Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Imprime esta página - Tamaño de texto + / - Editorial - Enero -Marzo 2014

EDITORIAL Nº 59

Ni es casual ni es una graciosa concesión del Club de París la “amable” invitación que llegara al país para renegociar la deuda con ese organismo a partir del 16 de Mayo de 2014, sino la respuesta previsible a varias medidas tomadas por el gobierno que satisfacen la angurria de los organismos de crédito internacionales. Por un lado, el cambio realizado en el reconocimiento de índices de inflación más apegados a la realidad, que cambiaron toda la tradición de mentiras sobre las que se asentó el gobierno durante los últimos siete años. Efectivamente, en enero se hizo público que los precios habían subido un 3,7%, un reconocimiento EXIGIDO, especialmente, por el Fondo Monetario Internacional como condición para abrir el paso no sólo a nuevas negociaciones con el Club de París, sino a nuevos créditos internacionales que saquen del ahogo en que se encuentra sumergido el gobierno. Aunque ahora se busca a Guillermo Moreno como el responsable de los siete años de mentiras, debe entenderse que el ex Secretario de Comercio era simplemente un secretario, un funcionario más de segunda línea, que OBEDECIÓ órdenes políticas superiores y no el único responsable de tamañas falacias sostenidas en el tiempo. Moreno, la cara visible, correrá con el costo político, pero la realidad es que fue un cadete del poder que tomó la decisión política de sostener una mentira, como tantas otras, que intentaron ocultar el fracaso económico, la crisis interna propia, la crisis interna como consecuencia de la crisis internacional y una economía basada en el beneficio al sector agroexportador. Pese a los vanos intentos, nunca nos engañaron a los trabajadores que hemos venido poniendo el hombro con postergaciones, porque a nosotros nunca pudieron convencernos las mentiras oficiales sobre una inflación que se deglutió nuestro poder adquisitivo y nos fue achicando las posibilidades de satisfacer nuestras necesidades básicas.

Por otro lado, la devaluación de la moneda realizada a fines de enero, una medida económica nada novedosa, sino basada en los “consejos” que daba el FMI en los años 50-60 -cuando promovía la devaluación de la moneda y la contracción de la demanda como la alternativa para  amortiguar la salida de divisas que ponía en peligro los pagos a los organismos de crédito internacional- que terminó de licuar los salarios aún más de lo que ya estaban. Lo paradójico es que este tipo de “sugerencias” fueron abandonadas hace años hasta por el propio FMI porque en la práctica se comprobó que nunca pudieron detener un proceso inflacionario ni resolvieron sus causas.

El acercamiento entre el dólar oficial y el dólar blue se hizo imprescindible ante otra situación que veníamos denunciando: la caída de las reservas del Banco Central. Para eso se devaluó, para detener ese vaciamiento. Obviamente que el sector vulnerable, los trabajadores y los pobres, somos los directos damnificados de la devaluación del gobierno y que, prácticamente en los hechos, somos los que, una vez más, garantizamos los pagos internacionales con una enorme transferencia de ingresos de los más pobres a los más poderosos. Nada nuevo bajo el sol, podríamos decir, si no fuera que este gobierno aún pretende mantener su máscara de “popular”, aunque ya sólo les crean sus fanáticos y minoritarios seguidores. Minoritarios respecto de las grandes masas de asalariados y pobres, despegados de la realidad que están convencidos de que las palabras pueden sustituir lo material, que los pronunciamientos rimbombantes pueden ocultar y acallar una realidad que padecemos todos y vivimos en carne propia.
Es en este marco cuando la presidente retoma el protagonismo temporalmente apagado por su enfermedad. Cuando la estúpida e inepta “oposición” batía el parche sobre un vaciamiento de poder, reapareció la Señora Kirchner como en sus mejores momentos, alzando la batuta para que no le quedaran dudas a nadie de quién dirige esta orquesta desafinada. Así, con un nivel de hipocresía asombrosa, instó a los empresarios a que no nos mientan más, como si el gobierno fuera un dechado de virtudes al respecto, comenzando porque es un gobierno burgués, REPRESENTANTE de esos empresarios con los que se florea en todas las comitivas oficiales que viajan por el mundo para hacer negocios que los beneficiarán como clase. Ésos a los que se les pide que no nos mientan son los que, detrás del verso oficial sobre las “inversiones” que se harán en este país para SUS negocios, luego el gobierno pretende vendernos como una suerte de buena noticia para los trabajadores, porque multiplicarán las fuentes de trabajo. Es cierto, pero directa y proporcionalmente a sus inversiones –y negocios- y creación de empleo, también se multiplican las fuentes de explotación, de apropiación de plusvalía, de aplicación de leyes burguesas esclavistas (cuando las aplican) o de evasión de esas mismas leyes para explotarnos más y mejor, como el lobo de Caperucita. Por eso decimos que es de alta hipocresía pedirles que no nos mientan, porque ellos y nosotros sabemos que SIEMPRE MIENTEN estén en las empresas o sean parte del estado burgués que administran.

Pero hubo más, mucho más en la misma “línea” de hipocresía: “No queremos la teoría de los liberales, queremos el crecimiento de la economía a partir del consumo popular” dijo la presidente, como si estuviera poniendo en marcha la nacionalización de la banca, la reforma agraria y la socialización de los medios de producción. El consumo popular no se restringe solamente por una inflación indetenible y una escalada de precios escandalosa, sino también como consecuencia de la devaluación que hiciera el gobierno TÍPICA DE CUALQUIER GOBIERNO LIBERAL que implicó, directamente, un ROBO a nuestros salarios y planes de los pobres. UN ROBO, ninguna otra palabra puede describir las consecuencias de esa devaluación y no ha habido en este país nunca otra cosa que gobiernos con economías de mercado, capitalistas y “liberales”. Este gobierno no es una excepción a la regla, sino la confirmación de que esa regla sigue en vigencia y goza, todavía, de buena salud para ROBARNOS como siempre han hecho los liberales de este país, que no son otra cosa que la burguesía, la clase dominante que se enriquece a nuestra costa y lo ha hecho a lo largo de la historia. Para que haya consumo “popular”, los trabajadores y pobres tenemos que tener con qué consumir: si la variable de ajuste siguen siendo nuestros salarios planchados, convertidos en papel picado del carnaval de la burguesía, NO HABRÁ palabritas lindas que incentiven ese tipo de consumo, porque cuando vamos al mercado a comprar verduras, leche o pan pagamos con el poco dinero que nos queda, devaluado en una de las medidas más anacrónicas siempre tomadas históricamente por los “liberales”, que no son otra cosa que más de lo mismo que hoy está en el gobierno que pretende que con un barniz discursivo de populismo alcance para llenarnos las panzas, los bolsillos y las cabezas. No sólo es una verdadera hipocresía, sino un alto nivel de subestimación de quiénes somos los trabajadores de este país. Entre septiembre de 2013 y febrero de 2014 el salario real cayó 9,5%, un porcentaje que no le tiene ninguna envidia a los anteriores gobiernos supuestamente los “únicos” liberales… Para aquéllos y para éstos la variable de ajuste siguen siendo los salarios.

Atado a todo lo anterior, la directora de la orquesta que hace doler los oídos, continuó fustigando a otro sector tan socio del gobierno como el de los empresarios: la burocracia sindical chupamedias que la acompaña, le rinde pleitesía y traiciona los intereses de sus representados. "Cuando veo que los sindicalistas piden aumentos de salarios, no entienden que los perjudicados son los millones de argentinos" le dijo al pusilánime de Caló. ¿Y qué espera, Señora Presidenta, que después de haber liquidado, lisa y llanamente, nuestros sueldos, le pidan margaritas como si nosotros fuéramos chanchos? Le piden aumento de salarios porque si no lo hacen las bases los van a sacar a patadas de sus sillones, porque no les queda otra, porque la presión desde abajo es cada vez más insoportable para estos empresarios en que se han transformado los supuestos representantes de los trabajadores. Ellos saben perfectamente que cuando el hilo se tensa demasiado, se corta. Si alguna conciencia tienen de la realidad es cuándo los tiempos se acortan y se limitan los márgenes de movimiento. Ellos no están allí para representarnos a nosotros, sino para ser la CONTENCIÓN de los conflictos. Los disuelven mientras les da la correlación de fuerzas, pero tienen muy claro que esa correlación se da vuelta cuando la indignación llena más la garganta que un pedazo de pan. Y también es una falacia sostener que un pedido de aumento perjudica a millones de argentinos. BENEFICIA a los que ponemos el lomo, Señora, a los que podríamos sostener su cacareado deseo de consumo “popular” si tuviéramos chance. ¡Vamos a ver si podría vivir usted con los 3.200 pesos que cobran muchos docentes, por ejemplo! Los perjudicados no son millones, sino la ESTRICTA MINORÍA DE LA CLASE DOMINANTE que tiene que aumentar los salarios y resignar ÍNFIMAS partes de sus enormes ganancias. Los millones de perjudicados SOMOS LOS TRABAJADORES que aún vivimos con los sueldos pautados el año pasado y que no reflejan ni la creciente inflación ni el devaluazo de SU gobierno, Señora Presidente.

Y antes de seguir con un sintético recorrido del nuevo vademécum de hipocresías y mentiras, nos vamos a detener en el estado de las centrales obreras. La CGT oficialista, en febrero, tuvo una deserción: la Unión Tranviarios Automotor. Fue el líder de la seccional Rosario, Manuel Cornejo, quien sepultó a Caló con una apreciación que bien le cabe: “No puede caminar la CGT oficialista, mirá lo que está pidiendo el “jefe”: un decreto, por qué no pide que anulen la paritaria, es un caradura, además de un blando, un tierno”. Pero no se conformó con eso, sino que también sostuvo: “…a nivel nacional no estamos de acuerdo cómo se maneja el gobierno y tampoco la CGT oficialista. No sé quién carajo se cree que es Caló para salir a pedir ahora un decreto presidencial o una suma fija para todos los trabajadores en tanto y en cuanto se arreglen las paritarias. Lo que debería hacer es pedir un decreto para los metalúrgicos no para todos los trabajadores, porque no los representa”. No descubrió que la tierra es redonda, pero sus declaraciones sirvieron para que salieran hacia afuera las contradicciones internas de esta central, los enfrentamientos entre quienes la integran y la cada vez más insostenible posición de la CGT de Caló de intentar mantenerse fiel al gobierno y representar a alguien… Y justamente desde este sector (UTA) ahora desprendido de la CGT oficialista, es de donde llegan algunos tibios indicios de acercamiento entre las dos centrales: el secretario general nacional de la Unión Tranviarios Automotor, Roberto Fernández, dijo que "siempre vamos en busca de la unidad del movimiento obrero, vamos a sentarnos a conversar con quién sea para lograrla". Si bien el despegue de la UTA de la CGT oficialista puede ser una de las tantas y conocidas maniobras de los burócratas de que uno se vaya, quede supuestamente descomprometido y al medio, para ser el negociador “válido” entre ambos bandos, también es cierto que, aún si así fuera, ese hecho está enmarcado en una situación que todos ven: el creciente descontento general y cuestionamiento a su accionar de sus propias bases, a las que se les acabó la paciencia. Si estos capitostes continúan pretendiendo contener a los trabajadores tendrán que hacer ALGO que supere la repetición de lo que también hace el gobierno, hablar. Tendrán que abandonar las declaraciones para los medios y ponerse a la cabeza de los reclamos, porque para ellos también se acaba el tiempo de paciencia.
Moyano, por su parte, sigue dilatando y recién para el 20 de marzo ha convocado a un plenario de secretarios generales para evaluar la falta de respuesta del gobierno a sus reclamos. Han pasado ya dos meses de la última devaluación y recién ahora “descubren” que nadie los escucha. Mientras los gordos (en la CGT oficialista) refutan las posibilidades de unidad mencionadas por la UTA, la CGT de Moyano planea una reunión en la cual participarán el inefable Barrionuevo y la propia UTA. Los tiempos apremian y todos comienzan una cuenta regresiva contra el reloj.

Si ya el papel de las dos CGT es patético, no menos le toca a la CTA oficialista ¿liderada? por Yasky. Su propio sindicato le pasó por arriba y los docentes fueron a un paro nacional que superó los deseos de obediencia debida de Yasky. Mal parado y cada vez más alejado de las necesidades de sus representados, ni siquiera salió a cuestionar al gobierno cuando la presidente y otros funcionarios propusieron penalizar los cortes y las protestas. Lavado, pusilánime y cobarde, su alianza con el gobierno no le sirve ni para conseguir el reconocimiento como central obrera tan largamente acariciado. Tiene el cetro de los patéticos.

La CTA de Micheli, mientras tanto, convocó al paro y a la marcha multitudinaria realizada el 12 de marzo, en la que se cuestionó duramente el papel de todos los dirigentes de las restantes centrales obreras (incluida la CTA oficialista) por su silencio cómplice con el gobierno, se reclamó un sueldo mínimo de 9.000 pesos, se respaldó a los docentes en lucha y se repudiaron las amenazas del gobierno: “No nos van a parar ni con palos ni con cárcel”, dijo Micheli.

También este marco de descontento deja lugar a otro fenómeno gestado por trabajadores que ha tenido su bautismo de fuego en Atlanta el sábado 15 de marzo: la alianza entre dos dirigentes sindicales de trayectoria y prestigio ganado en sus respectivos gremios por su accionar: el Perro Santillán y el Pollo Sobrero, quienes convocaron al Encuentro Sindical Combativo. La iniciativa no sólo es interesante, sino necesaria e imprescindible ante los despidos, los salarios devaluados, las amenazas de despidos, las suspensiones y los crecientes reclamos de seguridad del trabajo de los trabajadores de fábricas y servicios. Estuvimos entre los asistentes. En el encuentro hubo trabajadores de Kraft, Kromberg, Volkswagen, Liliana, Paty, un representante de Valeo (Córdoba), la interfabril de Pilar, docentes, gran presencia de ATE, el SEOM de Jujuy y la Unión Ferroviaria. En el encuentro se formaron ocho comisiones (una exclusivamente de docentes), en las cuales se priorizó que los trabajadores de las comisiones internas de las distintas fábricas participantes dieran informes sobre la situación de sus fuentes de trabajo y se discutió la importancia de este encuentro para lograr coordinar las distintas luchas que, hasta ahora, se vienen realizando aisladas unas de otras. Sin embargo, somos críticos a que en este tipo de encuentros SINDICALES, que deben ser AMPLIOS, donde todos debemos sentirnos contenidos y representados, se reflejen, como en tantos otros espacios, los intentos de diferentes organizaciones de izquierda por imponer la línea política de sus respectivos partidos por encima de los intereses generales, no sólo CONSENSUADOS, sino contemplativos de lo que piensan los trabajadores del llano. No debemos subestimar a nadie y tendremos que hacer la práctica (nada fácil) de abrir las mentes y el corazón CON GENEROSIDAD, priorizando los intereses de nuestra clase por encima de las pequeñeces que no representan a las masas.

Como organización participamos de este encuentro porque somos obreros de fábricas y trabajadores de servicios, docentes y estatales, jubilados obreros y de servicios. Pertenecemos a la clase que vende su fuerza de trabajo a la clase dominante que nos explota a todos por igual, sin hacer distinción de banderías, sin fijarse dónde militamos los que militamos… Para todos, SIN EXCEPCIONES, LA BURGUESÍA TIENE EL MISMO PLAN: explotación, despidos, suspensiones, represión y judicialización, palos, gases y, si lo necesitan, también MUERTE. ¡Que el árbol no nos tape el bosque! Unificar las luchas debe ser un objetivo superior para todos, única herramienta de los trabajadores para cambiar la relación de fuerzas.

Son los trabajadores los que claman por nuestra generosidad e inteligencia. Son trabajadores docentes de Buenos Aires los que le pasaron por arriba a una conciliación obligatoria y aún no comenzaron las clases. A ellos y nosotros nos debemos el esfuerzo. No podemos esperar que vengan un Yasky, un Moyano, un Caló a decirnos lo que tenemos que hacer, porque ellos hace años que no trabajan, que han perdido su anclaje en la clase. A ellos es a quienes, cambiando la relación de fuerzas, hemos de EXIGIRLES que hagan lo que queremos los trabajadores.

Y refiriéndose a los docentes fue que la Señora Presidente sostuvo no sólo que “A veces uno siente la sensación de sentirse rehén”, sino que “la presencia del docente en el aula es fundamental en el proceso de aprendizaje”. Es cierto y nos caben las generales de la ley: NOS SENTIMOS REHENES del “modelo”; del “relato”; de las medidas económicas; de la inflación; de la devaluación; de las paritarias con techos; de los despidos a mansalva; de la represión; de la judicialización de la protesta; de los fallos canallas como el de los petroleros de Las Heras, que pretende sentar un precedente para amedrentarnos; de las imposiciones que no contemplan nuestras necesidades; de las mentiras con patas cortas; de las promesas incumplidas; de la miseria; de los hospitales públicos sin recursos donde un trabajador sin obra social con cáncer no se puede operar por falta de insumos; de las escuelas públicas hechas pedazos y con parches de apuro para que comiencen las clases; de la suspensión de la fruta en los menús infantiles de los comedores escolares; de los servicios públicos que debería controlar el estado y terminan siendo condenas a muerte para trabajadores y pobres; de la corrupción y el enriquecimiento ilícito de funcionarios en actividad; de los nombramientos de genocidas; de las leyes pergeñadas para arruinarnos las vidas, como la Ley de Seguro del Trabajo; de la Ley Antiterrorista que se guardan como una carta en la manga para aplicarnos cuando el jefe del norte lo mande; de los programas televisivos oficialistas manipuladores y mentirosos, cuyos periodistas pagamos nosotros; de que dispongan de NUESTROS aportes al ANSÉS para usarlos como un banco de préstamo para sostener a empresas privadas; de la negativa de darnos el 82% móvil cuando nos jubilamos y de empujar a nuestros trabajadores pasivos a la pobreza, la dependencia y la pérdida de su dignidad; de los negocios sojeros que envenenan nuestra salud y la vida de nuestros hijos; de los negocios inmobiliarios con tierras del estado; de los negocios mineros que contaminan el agua que consumimos; de la represión a los pueblos originarios; de las mentiras sobre los derechos humanos, mientras miles de genocidas siguen en libertad; del trabajo ilegal que nos deja desprotegidos; del pago de la deuda externa; de los acuerdos políticos, económicos y militares con el imperio yanqui; de los trabajos esclavos en las textiles; de las mentirosas cooperativas de trabajo en las zonas zafreras, donde a los trabajadores se los obliga a registrarse como “monotributistas” independientes, privándolos del derecho a agremiarse; del gatillo fácil y de las fuerzas de seguridad que nos matan y quedan impunes; de la subestimación permanente a nuestra inteligencia y de tantas otras cosas de las que somos REHENES, Señora Presidente, y de las que estamos MUCHO MÁS CANSADOS QUE USTED.

También es cierto que “la presencia del docente en el aula es fundamental en el proceso de aprendizaje” pero también es cierto que es necesario NO MENTIR, decirnos la verdad de por qué los docentes de Buenos Aires no han levantado su JUSTA medida de fuerza. ¿Por qué no les dicen la verdad a los padres y alientan los enfrentamientos entre ellos y los maestros de sus hijos? ¿Por qué no hacen público que el ofrecimiento a los docentes es una provocación, una vergüenza y una afrenta equivalente a 220 pesos en marzo y 210 pesos en agosto, sólo para los maestros de grado que recién se inician? ¿Por qué no les cuentan a los padres que el aumento sólo llega al 20% de los trabajadores de la educación y deja afuera a los profesores, maestros de educación inicial, de educación especial, preceptores, directores, bibliotecarios, secretarios, etc.? Si quieren que los docentes regresen a las aulas, deberán reconocer SU TRABAJO como corresponde, no con lindos discursos ni con amenazas como las de Mariotto, sino con el dinero equivalente a un SALARIO DIGNO por el cual valga la pena dejar la vida y la salud mental delante de un pizarrón.

Y ante una huelga HISTÓRICA como la de los docentes de la Provincia de Buenos Aires, el 39% de los docentes de todo el país, no faltan sapos para el coro de cantores que se pliegan a estigmatizar a los docentes y no al estado burgués –verdadero y ÚNICO responsable- como corresponde, culpándolos del no inicio lectivo. El obispo de Mar del Plata, Antonio Marino, debería abocarse a su grey y dejar de decir estupideces mientras pululan curas pedófilos y torturadores por doquier de los que él no se ocupa mientras se fotografía con Scioli en un intento de sacrosanto espaldarazo a la canalla oferta realizada por la provincia a los maestros; el vicegobernador bonaerense para quien los paros docentes “no son una práctica muy noble” debería recordar que menos noble que un docente haciendo paro es un político como él mirando para otro lado ante los acuciantes problemas de sus gobernados, como los inundados de La Plata que aún esperan respuestas a su problemática y que hasta ahora sólo han contado con los oídos sordos de gente como él y el gobernador de la provincia; el candidato peronista Sergio Massa, vigilante acostumbrado a poner cámaras en todas partes, debería dejar de pedir imbecilidades como que se televisen las paritarias para asegurarse que sus votantes manden a sus chicos a la escuela, poco le preocupan los docentes a la hora de hacer números y calcular votos. Así, desde la presidente para abajo, con el sintomático apoyo de los medios del Grupo Clarín tiran contra los docentes en vez de abrir la billetera y ofrecer sueldos dignos para trabajadores dignos. Baradell, por su parte, luego de haber perdido numerosas seccionales como consecuencia de su política arribista, oportunista y traidora a sus representados, está entre la espada y la pared y no tiene alternativa ante el contundente paro, con acatamiento masivo de las bases, con docentes autoconvocados en todas partes que le pasan por encima. O consigue un aumento digno o su destino será un nuevo puntapié de sus bases que no tendrán miramientos y terminarán de mostrarle que el agua no se masca cuando los trabajadores no tienen nada más para perder y ni siquiera les queda un resto de paciencia.

Nosotros los peronistas no le dábamos tanto valor a la democracia, hablábamos de democracia burguesa” dijo la presidente haciendo referencia a su pasado estudiantil. “Aprendimos, con letra y con sangre, que la democracia es una cuestión de vida.”. Gracias, Señora, por decir una verdad del tamaño de una casa, algo que sus fanáticos no reconocerían si no fuera que usted misma lo asegura. Efectivamente, ésta es una DEMOCRACIA BURGUESA y no le ha costado a usted sangre, sino que voltear a la dictadura más sangrienta le costó la sangre a todos aquellos que luchaban por la PATRIA SOCIALISTA, no por la “democracia burguesa” a la que usted alude, Señora. Esa es otra mentira: ningún revolucionario ni peronista ni marxista ni de otras orientaciones ideológicas regó con su sangre las calles de este país por esta democracia burguesa miserable, mentirosa, corrupta e ineficaz para los trabajadores y el pueblo. Los nuestros, los revolucionarios, regaron con su sangre este país, porque querían el socialismo, no la consolidación de la burguesía local e internacional, donde bailan el vals los patrones argentinos con música de Chevron, Monsanto, Cargill, Dreyfus, P&G, IBM, Barrick Gold, City Bank, Unilever, Kraft, Pepsico, Volkswagen, Mercedes Benz y tantos otros.

Un nuevo ciclo de movimiento ha comenzado, los trabajadores estamos hartos, comenzamos a movernos, organizarnos, reencontrarnos. Ése es el camino que nos marcaron los que dejaron su sangre por un sistema que no sea este capitalismo ladrón y asesino, este capitalismo lesivo para las mayorías y beneficioso para una clase minoritaria en el mundo.

Nosotros mantenemos la memoria intacta, sabemos perfectamente por qué 30.000 de los mejores hombres y las mejores mujeres de este país ya no están entre nosotros; por qué les arrebataron la carne de su carne, sus propios hijos; por qué les robaron hasta sus bienes, sus muebles, sus casas, mientras les arrancaban la vida los personeros y ejecutores de la burguesía sangrienta que sostuvo y entronizó la dictadura genocida.

Nosotros no olvidamos a nuestros muertos, como tampoco los usamos alegremente para hacernos los progresistas, porque es a nosotros a quienes nos faltan y nos duelen de verdad, no como una alusión histórica hecha entre mohínes graciosamente populistas en un discurso del montón, chabacano y pretendidamente divertido.

Nosotros recordamos a nuestra sangre regada por las calles porque tienen nombres y apellidos, historias personales plenas de entrega, porque nos quedan ajadas y amarillentas fotos desde donde nos miran y nos esperan para que sigamos, para que no bajemos los brazos.

Nosotros, a mucha honra, seguimos convencidos de que la democracia burguesa no es una bendición para este pueblo, sino el dominio en términos políticos, económicos y culturales de los integrantes de una clase cuyos valores no nos pertenecen, porque nosotros seguimos siendo los explotados, mientras ellos siguen siendo los explotadores.
Por eso, como cada año, este 24 marchamos con nuestra bandera que reza: “Los verdaderos enemigos de la burguesía, nuestros compañeros, están enterrados en Campo de Mayo”, porque allí se los llevaron, porque allí los mataron, como a otros compañeros los mataran en cientos de campos de exterminio como la ESMA que ahora se pretende transformar en un gigante salón de fiestas.

Nosotros este 24 y cada día de nuestra militancia recordamos, honramos a nuestros muertos, desaparecidos y caídos POR EL SOCIALISMO. Por ello y por ninguna otra razón aggiornada, lavada y mentirosa dieron su sangre. Por eso, NO OLVIDAMOS, NO PERDONAMOS NI NOS RECONCILIAMOS con GENOCIDAS como Milani y todos los de su calaña.

A VENCER O MORIR sigue siendo la consigna, HASTA LA VICTORIA FINAL, compañeros trabajadores.

 

Amanda Cánepa.

17 / 03 / 2014