Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Imprime esta página - Tamaño de texto + / - Editorial - Enero - Marzo 2015

EDITORIAL Nº 64

En medio de la crisis mundial, Argentina no es una excepción. El pago de la deuda a los organismos internacionales, el uso de las reservas del Banco Central para esos pagos, la caída de un 35% en el precio de la soja en el mercado de Chicago que influye notablemente en la disminución de los ingresos por retenciones, el gasto exorbitante del estado, la caída de las exportaciones y las ventas más otros factores, todo sumó para poner en rojo las cuentas oficiales, por lo cual era acuciante para el gobierno obtener capitales frescos y buscar nuevos “socios” en el mercado mundial y terminar aceptando las condiciones que el capital extranjero impuso. Esto es lo que se esconde detrás de los tratados leoninos firmados gracias a la “alianza estratégica” con China. Como nos tiene acostumbrados, el oficialismo presentó los acuerdos como un triunfo de su gestión, un “momento histórico único” para el país. Sin embargo, tal como hizo con el caso de Chevron en Vaca Muerta, se cuidó muy bien de esconder las bondadosas concesiones que otorgó, como por ejemplo, las contempladas en el acuerdo del establecimiento de una base espacial china en Neuquén que incluyen: eximición a la empresa constructora extranjera de pagar IVA, impuestos aduaneros y provinciales durante 50 años; puestos de trabajo para trabajadores chinos que sólo se regirán por la legislación de su país, quedando afuera de la legislación argentina y participación de personal militar chino en la base espacial, entre otras condescendencias... Los beneficios para el capital chino son tan grandes que hasta un sector de la patronal de la UIA, encabezado por De Mendiguren, salió a criticar el acuerdo, entonando un supuesto cántico nacionalista en “defensa de los puestos de trabajo”. ¿Desde cuándo los trabajadores le importamos a la burguesía de la UIA…? No nos confundamos, este grupo de patrones no está contento con los acuerdos con China porque se quedó afuera de la torta del negocio y también considera que el gobierno vendió mal y barato nuestros recursos a otros que no son ellos. Lo que debe preocuparnos a los trabajadores es que China vendrá al país con SU mano de obra, como si en Argentina no hubiera miles de desocupados disponibles para trabajar…

Otro de los acuerdos, el de la represa que se construirá en Santa Cruz, ya recibió casi 288 millones de dólares para iniciar la construcción, girados por los bancos China Development Bank Corporation (CDB), Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) y Bank of China Limited (BOC) como primer desembolso por las represas “Néstor Kirchner” y “Jorge Cepernic”, que se construirán sobre el río Santa Cruz. Los 288 millones de dólares fueron a parar, derechito, a las reservas del Banco Central, algo que no sorprende y que veníamos adelantando en anteriores publicaciones: la caída de las reservas desesperaba al gobierno. Ya en julio de 2014 el Banco Central había firmado con el Banco Popular de China un acuerdo de swaps (pases) de monedas locales por un monto de hasta 11 mil millones de dólares y por tres años de plazo, cuya primera remesa de 800 millones llegó en octubre, la segunda de 500 millones en noviembre, la tercera de 1.000 millones en diciembre de 2014. Siguieron 400 millones en enero y 400 millones en febrero de 2015. En total, el Banco Central ya ha recibido 3.100 millones de dólares provenientes de los chinos…

De la mayoría de los acuerdos se desconocen los términos en su totalidad, incluyen explotación e “investigación” minera de oro y metales no ferrosos firmados con la Asociación China del Oro; otro de cooperación e intercambio de experiencias con el Bureau del Estado Postal Chino; uno para para el aprovechamiento de los recursos mineros nacionales, con la Cámara de Comercio Argentino-China, representada por Sergio Espadone y la vicepresidenta Tang Qinghui; una declaración de “interés” de la empresa Guangzhou Chu Yao Biotecnología Co para la exportación de turba desde Tierra del Fuego.

Como sea, estos acuerdos oxigenaron no sólo las reservas del Banco Central, sino los recursos que necesitaba el gobierno para llegar al término de su mandato medianamente tranquilo, aunque esa tranquilidad durara poco: mientras vestía un santo se le caía la ropa del otro con el caso Nisman que estalló como una bomba de verano, tal el efecto buscado por algunos sectores enfrentados con el gobierno.

La muerte del fiscal Nisman ha estado plagada de análisis superficiales de la prensa burguesa y del oportunismo más abyecto de políticos y funcionarios. El gobierno, ante el hecho, apenas si atinó a balbucear, ir cambiando de opinión y dar respuestas contradictorias. Sin embargo, oficialismo y oposición tienen un punto en común: ninguno está interesado en que la verdad salga a la luz, hay mucha mugre debajo de la alfombra y, en un año electoral, destapar la verdad mancharía a más de un candidato. No olvidemos que Nisman era un hombre del sistema, que trabajaba con las fuerzas de inteligencia del país, fuerzas que forman parte de la estructura represiva del estado burgués para ejercer violencia contra nuestra clase y que, hasta la muerte del fiscal, el gobierno de los "derechos humanos" ni desmanteló ni modificó dicha estructura. Es más, la sostuvo en el tiempo y fue el propio Néstor Kirchner quien respaldó a Nisman y a la SIDE frente a la causa AMIA: en su discurso del 3 de marzo de 2005, dijo que “El señor fiscal, doctor Nisman, tiene todas las carpetas del Servicio de Inteligencia (SIDE) para hacer la investigación y llevarla a fondo; todas y además todas las atribuciones para que el Estado esté a disposición de él para que Dios quiera pueda encontrar justicia definitivamente. Nuestro apoyo incondicional; apoyamos decididamente al éxito del doctor.”.

En ese espaldarazo lleno de promesas a los familiares de los asesinados en la AMIA, fue Néstor Kirchner quien también mantuvo a un sujeto como Stiuso, entre otros, adentro de la cueva de víboras que era la SIDE. Pero a este sujeto no lo nombró el peronista Néstor Kirchner como mienten los medios ligados a la burda “oposición”, sino el radical Raúl Alfonsín; y las internas de los espías, los enfrentamientos de Stiuso con sectores de la propia SIDE tienen larga data y se remontan al año 2005, por lo menos.

Debemos recordar que la colaboración del fiscal Nisman con las fuerzas militares viene desde lejos, pero quedó más evidente en la época de los hechos de La Tablada cuando convalidó la versión del ejército sobre la desaparición de dos militantes del MTP, Iván Ruíz y José Díaz, cuya huida del cuartel, desarmados, fue registrada por un fotógrafo hasta que fueron apresados por dos o tres militares. Nisman legitimó la versión oficial de que ambos se habían fugado. Sin embargo, quince años después, el sargento retirado del Ejército José Almada presentó ante la Justicia una carta que le enviara al general de brigada Juan Carlos Willington inmediatamente después del asalto, en la que sostenía haber sido testigo de las brutales torturas a que habían sido sometidos los dos militantes por un par de oficiales de inteligencia. Los militantes del MTP que sobrevivieron denunciaron, por su parte, que habían sido quemados, golpeados y vejados por el ejército, pero Nisman, funcional a los intereses de turno, firmó y avaló la versión del ejército y hasta tuvo la caradurez de pedir la captura internacional de los dos militantes DESAPARECIDOS y de denegar el pedido de los sobrevivientes apresados para que se investigaran sus denuncias sobre las torturas, porque consideró que carecían de “sustento fáctico suficiente”. Ése y no otro era Nisman por el que tantos se rasgan las vestiduras, el que con su firma y sello convalidó DOS DESAPARICIONES en pleno ejercicio de la “democracia” de Raúl Alfonsín y silenció las denuncias de torturas de los sobrevivientes de La Tablada.

Es evidente que detrás del fallecimiento del fiscal hay mucha tela para cortar y muchos interrogantes, pero lo que quedó al desnudo fue no sólo la estrecha colaboración que existe entre la justicia burguesa y el aparato de inteligencia con los servicios secretos de la CIA y el Mossad, sino también una feroz interna por el control de la ex S.I.D.E. Las relaciones de Nisman con la embajada de Estados Unidos no eran un secreto para nadie, mucho menos para el gobierno de Néstor y de Cristina Kirchner respectivamente. Y quien dice Estados Unidos dice Israel, su aliado incondicional. Nisman vociferó con gran pompa su presentación judicial por la cual acusaba a varios personajes políticos vinculados con el gobierno como cómplices de terrorismo, pero que incluía nada menos que a la presidente. La presentación de Nisman -basada no sólo en supuestos, sino en dichos que nunca pudieron ser probados, como los que alguna vez emitió el periodista Eliaschev-, dejó muchos flancos abiertos para ser refutada y demostrada su inconsistencia pero, a la vez, dejó al descubierto cuánto le prestaba la oreja no sólo a los intereses de la política norteamericana, sino también a los del sionismo israelí, embarcados internacionalmente en una puja geopolítica en Medio Oriente, enfrentados con Rusia y China, uno de cuyos aliados es nada menos que Irán, el país señalado por el dedo de Nisman como encubridor de terroristas. Los “enemigos” de Nisman eran ¡Oh, casualidad! los enemigos de Estados Unidos e Israel. Stiuso, por su parte, también tenía sólidas relaciones con ambos países, algo que tampoco era un secreto para nadie, especialmente teniendo en cuenta que sus “virtudes” eran tan públicas que hasta fueron publicadas en un diario de tirada nacional en el año 2004 y reiteradas en 2014 donde, aparte de aseverar esas relaciones, se insistía con que había participado de varias internas en la ex SIDE.

Con todos estos antecedentes salidos a la luz con la muerte de Nisman y en un intento de despegarse del escándalo de los espías del patio trasero, el gobierno se vio obligado a impulsar un proyecto para que el congreso discutiera la disolución de la SI (Secretaría de Inteligencia) y aprobara la creación de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) que se convirtió en ley más rápido que ligero. Ya corren los rumores de que varias organizaciones de jóvenes oficialistas engrosarían la nueva y “democrática” cueva de los espías locales. Es patético que esos jóvenes que gritaban “Cristina corazón, acá tenés los pibes para la liberación” puedan ser los mismos que se preparen para desembarcar en la AFI como buchones del estado burgués. Esta juventud que se auto proclama sucesora de los militantes peronistas de la década del ’70 y que toma el nombre de alguien como Cámpora está profundamente confundida: jamás ningún militante revolucionario se hubiera prestado para ser un buchón. Ellos fueron los objetivos y las víctimas de los buchones no sólo de la SIDE, sino de TODOS los aparatos de inteligencia de las Fuerzas Armadas y de seguridad. Hasta ahora, en toda la historia argentina, los más perjudicados por el accionar de los espías SIEMPRE FUIMOS LOS TRABAJADORES: miles han muerto como resultado de la práctica de la “inteligencia” de la burguesía. Este tipo de “instituciones” NUNCA fueron pensadas para otra cosa ni lo serán dentro del sistema capitalista.

Por otra parte, el supuesto pacto de impunidad entre Argentina e Irán en la causa AMIA a cambio de un mayor intercambio comercial que iba a denunciar el fiscal Nisman no se refleja en los datos económicos de exportación. Así, nos vemos envueltos en un culebrón de mentiras e intrigas entre servicios secretos internacionales y locales, contubernios entre la justicia, el poder político y los espías, toda una maraña de engaños oficiales u opositores. TODOS sabían de la existencia de hombres como Stiuso o fiscales como Nisman y de sus relaciones carnales con el imperio. La mascarada que nos muestran por SUS medios de comunicación es para seguir encubriendo, pero también para cubrirse y no ser salpicados en uno de los escándalos políticos más relevantes de los últimos años.

Y mientras el gobierno no atinaba a acertar ni una sola medida que lo quitara de la escena del escándalo, la autocalificada oposición pergeñaba su proyecto más ambicioso de los últimos tiempos: adelantar la salida del gobierno, en una suerte de golpe de estado mal disimulado, aunque algunos aún duden de que haya existido tal proyecto.

El miércoles 18 de febrero se realizó la ”marcha del silencio” por la muerte del fiscal Nisman, como si se tratara del homenaje a un héroe incomprendido, como si no hubiera sido un personero de intereses foráneos al servicio de Estados Unidos e Israel, como si no fuera uno más de los engranajes de las fuerzas represivas de la burguesía.

Sostenemos que detrás de la movilización del “18F” estuvieron los espurios intereses de los integrantes del Partido Militar, la oligarquía de la bosta, sectores de la burguesía en pugna con el oficialismo, un sector de la prensa burguesa y un grupo de fiscales afines que desplegaron todo su aparato para sumar a un intento golpista encubierto. A pesar de que sus intereses últimos no son antagónicos con los del gobierno, suman contradicciones cada vez más insalvables en el marco de la crisis del capitalismo mundial. La alta burguesía ve en las medidas económicas del gobierno, sobre todo en lo concerniente al control del dólar, las trabas para las importaciones y las retenciones de la soja -cuyo valor está en baja, como ya dijimos-, un obstáculo para acrecentar sus ganancias mermadas al compás de la crisis. Como no tiene el indispensable consenso social para dar un golpe de estado “a la vieja usanza”, apeló a una campaña propagandística feroz contra el gobierno (aprovechando su desprestigio creciente, especialmente por el alto nivel de corrupción de sus funcionarios), a través de sus medios de comunicación, con el grupo Clarín y un grupo de sus fiscales a la cabeza. No han parado de tergiversar los hechos, sumar supuestos testigos absolutamente impresentables, exagerar el grado de importancia de cualquier estupidez y sumir a la sociedad en la confusión y el descreimiento más llano. Si antes se decía “que se vayan todos”, ahora se dice “todos mienten”. Y es cierto.

Tampoco podemos descartar la presencia de la mano negra del imperialismo norteamericano que pudo haber tenido injerencia a través de sus servicios de inteligencia no sólo en la causa AMIA, sino en TODAS las acciones del fiscal, sin excepciones. Así como Estados Unidos se empeña en desestabilizar países hermanos como Venezuela, donde día tras día se suceden intentonas golpistas orquestadas por la CIA, no sería nada raro que la denuncia de Nisman (y quizás hasta su muerte) se tratara de un “llamado de atención” del imperio al gobierno argentino como consecuencia de su creciente acercamiento con los BRICS y sus acuerdos económicos celebrados con China y Rusia, especialmente. De todas maneras, teniendo como trasfondo el atentado a la AMIA, no podemos dejar de denunciar la responsabilidad del gobierno de mantener el silencio y el ocultamiento, igual que hicieron gobiernos anteriores, sobre los verdaderos responsables de dicho atentado: la CIA y el MOSSAD. Ocultamiento del que Nisman fue partícipe y que ya lleva más de veinte años sin darles respuestas a los familiares de las víctimas y a la sociedad en su conjunto. Hay algo que sí está claro: los intereses de los trabajadores y el pueblo no estuvieron reflejados en la marcha, integrada por varios personajes nefastos vinculados a la última dictadura militar. Los sectores que marcharon, aparte de lo más rancio de la oligarquía, fueron la pequeña burguesía y sectores del proletariado de servicios que actuaron como furgón de cola de la burguesía, la verdadera clase dirigente de la marcha, que aprovechó el ascendente descontento social para sacarle un beneficio en favor de la delirante idea de adelantar el cambio de gobierno antes de la fecha pautada, en síntesis, en beneficio de SUS intereses. Podemos citar a Don Carlos Marx y ver que no se equivocaba cuando decía que “Las ideas de la clase dominante son las ideas dominantes en cada época; o, dicho en otros términos, la clase que ejerce el poder material dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual dominante.”, palabras que explican muy bien qué hacían allí muchos trabajadores. Contra tal maquinaria debemos resistir, pues no cesa de utilizar el engaño para arrastrarnos a legitimar sus SIEMPRE MATERIALES intereses de clase. Para no caer en sus trampas debemos atenernos a los hechos concretos y pensar que esa clase JAMÁS representará nuestros intereses ni contemplará nuestras necesidades. Todo esto que vemos no es ni más ni menos que la expresión de luchas inter burguesas en las cuales nosotros somos los convidados de piedra. Gane uno o gane otro sector, ambos nos explotarán y no dudarán en reprimirnos si les hace falta para mantener el status quo.

Pero la marcha también funcionó como válvula de escape al descontento de ese sector social oscilante que conforman la pequeña burguesía y sus aliados ideológicos del propio proletariado. No habría sido tan multitudinaria si no existiera ese descontento que no es menor que el descontento de todos los trabajadores en general. A su vez, también le sirvió al gobierno no sólo para descomprimir hacia afuera, sino para cerrar filas hacia adentro: hace mucho que el gobierno NECESITA un “enemigo” visible, pero toda la oposición junta es tan incapaz, mediocre e impresentable que no ha permitido que aparezca un contendiente creíble para odiar y que le sirva al oficialismo para cerrar filas. Tanto es así, que más rápido que ligero la presidente salió a denunciar el bautismo del “partido judicial”, como el nuevo “enemigo” del gobierno después de la marcha. En realidad, el sainete orquestado primero con la rimbombante denuncia de Nisman, luego con la manipulación de la información sobre su muerte, más los dimes y diretes de los espías locales con Stiuso a la cabeza, todo apuntó a desestabilizar a un gobierno que ya no convence ni a los sectores que lo votaron. Pero, al menos hasta ahora, el tiro les salió por la culata, máxime con el fallo del Juez Rafecas de desestimar la imputación a la presidente contenida en la cacareada denuncia de Nisman. El fallo de Rafecas terminó de aplastar la intentona del sector de la burguesía que no se ha beneficiado con los negocios del gobierno.

Para sintetizar, la marcha del 18 de febrero expresó al sector de la burguesía alineado a los intereses de Estados Unidos, mientras que el sector que acompaña al gobierno saca tajada de los negocios acordados con países que pertenecen a los BRICS, como Brasil, Rusia y China. En realidad, el sector alineado con Estados Unidos no pudo capitalizar la movilización en términos políticos porque CARECE DE UNA POLÍTICA CLARA Y UNIFICADA, pese a que dirigió la movida. Lo único que tenían in mente era desestabilizar al gobierno y en lo posible generar las condiciones para sacarlo: su verdadero objetivo. Pero ninguna de las fuerzas políticas participantes pudo capitalizar la masiva movilización porque están sumergidas en la disputa electoral que les impide unirse más allá de un hecho que si bien fue masivo, también representó la unidad del espanto. Y debemos tener en cuenta que, ante lo que sucede en Venezuela, ya no parece una “casualidad” que paralelamente al intento de golpe de estado al chavismo, acá en la Argentina Nisman acusara a la presidente de terrorista, luego se muriera y el resto de los ya descriptos socios locales embarraran la cancha lo suficiente como para ir creando las condiciones para sus planes de adelantar la salida del gobierno antes de la fecha estipulada por las elecciones. Sueñan… Sueñan porque el proletariado en general no les puso el cuerpo, enfrascado como está en sus propios y reales problemas de subsistencia. Y no hay golpe de estado ni blando ni duro sin consenso social, una ley de oro que deberían haber aprendido. No alcanza el grupo Clarín para manipular la opinión pública cuando ninguno de todos estos nefastos personajes en ningún momento atendió las necesidades populares ni les propuso una salida medianamente creíble. Una vez más, subestimaron a los trabajadores y al campo popular.

El cambio de gabinete operado apenas pasada la movilización del 18 de febrero, fue una crónica anunciada: no sólo que Capitanich debía salir corriendo hacia su provincia porque está a punto de irse de las manos del partido oficialista, sino que el desgaste que tuvo en el tiempo en que fue Jefe de Gabinete le dejó como secuela la pérdida absoluta de credibilidad. Y volvió el “versátil” Aníbal Fernández, el peronista funcionario-funcional de todas las expresiones del peronismo, el que aún debe rendir cuentas a la sociedad por su implicancia en los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán cuando era Secretario General de la Presidencia de Eduardo Duhalde. No se privó de nadie: ni de Menem ni de Duhalde ni de Néstor ni de Cristina y juró por décimo quinta vez como funcionario… El caso del reemplazo de Manzur en el Ministerio de Salud es similar al de Capitanich: vuelve a su provincia para presentarse como candidato a gobernador. Estos cambios apuntan a varias cosas: intentar mantener la base electoral en sendas provincias, moderar las declaraciones públicas en el caso Nisman y en las causas de Boudou y recuperar la perdida iniciativa política dentro de los partidos burgueses.
 
Por su parte, Boudou no estuvo para la apertura de las sesiones ordinarias del congreso, fecha en la que el oficialismo preparó una muestra de fuerza multitudinaria para oponerle a la movilización del 18 de febrero. Al vicepresidente lo mandaron con estampilla a Uruguay a la asunción de Tabaré después de que fueran rechazados uno por uno sus recursos judiciales de cámara en cámara. Es tan impresentable que deberán encontrarle un destino mucho más lejano que el país hermano si no quieren que les empañe las elecciones, porque en Uruguay tampoco lo quieren: fue abucheado por la multitud en uno de los actos más vergonzosos en que haya participado un funcionario argentino. Y en el extensísimo discurso de la apertura de las sesiones ordinarias la presidente hizo un repaso de las bondades de su gestión cuyos hitos no vamos a analizar aquí, porque lo hemos venido haciendo a lo largo de todos estos años, fustigó al Estado de Israel por su abandono de la causa sobre el atentado en su embajada y a personajes ligados a la AMIA como Rubén Beraja quien está procesado, alabó los acuerdos celebrados con China e hizo el importante anuncio de la estatización de los ferrocarriles. ¿Por qué es importante? Simple y sencillo: porque abarata los costos del transporte de mercaderías, por un lado y porque neutraliza a uno de sus “enemigos” políticos por el otro: el corrupto dirigente de la CGT y los camioneros Hugo Moyano. Si se concreta el proyecto y se revitalizan los ferrocarriles el poderío del sindicato y sus dirigentes se desplomará, algo no menor en el mapa de la burocracia sindical.

Fueron tantos los hechos acaecidos en la temporada supuestamente de “vacaciones”, que es imposible reseñar, sintetizar y analizarlos a todos. Sin embargo, hemos dejado casi para el final el tema no sólo de las inundaciones en varias provincias del país, sino el de los incendios forestales en la Patagonia, todos atravesados por las consecuencias de una misma concepción de la vida y el mundo: el capitalismo, sus negocios, la propiedad de la tierra y la insensibilidad que entraña este sistema canalla en el que vivimos. Más allá de las copiosas lluvias, el fenómeno climático dejó al descubierto todo lo que no hicieron ni De la Sota ni Alperovich ni Reutemann (cuando fue gobernador) ni sus sucesores y antecesores. NINGUNO atendió las necesidades de sus respectivas provincias, pero TODOS favorecieron los negocios inmobiliarios, el desmonte para promover la venta de tierras o para barrios privados o para acrecentar la extensiones dedicadas a la siembra de soja. Todos, sin excepciones, mal administraron sus provincias, priorizando los negocios por encima de las necesidades de la gente. Carencia de diques, de mantenimiento en represas, insuficiencia de obras pluviales, falta de prevención y planificación en pueblos y ciudades han dejado el tendal de miles y miles de evacuados, damnificados y pérdidas millonarias con la rotura de rutas, puentes y pueblos enteros. Sería extenso describir todos y cada uno de los casos de corrupción y desidia en que han incurrido todos estos personajes. Vaya nuestra sentida SOLIDARIDAD con cada uno de los damnificados y nuestro más profundo REPUDIO a todos los responsables de la desgracia de miles de personas. En el caso de los incendios forestales tampoco quedan afuera los políticos de la burguesía, como Das Neves por ejemplo, quien también favoreciera los negocios de la tierra y el desmonte por incendios para facilitar su venta, prohibida por ser los bosques patrimonio de la humanidad. Tan responsable como los otros nombrados, su política muestra cuáles son sus verdaderos intereses y los de sus socios: la ganancia, aún a costa de la muerte de la fauna de la zona y el arrasamiento de los bosques que la naturaleza tarda décadas y décadas en producir. Todos los lugares que antaño fueran venerados por su hermosura se han transformado en un cúmulo de cenizas y humo. Por último, los incendios también descubrieron otra de las tantas mentiras del gobierno nacional: nunca fueron comprados los 26 aviones hidrantes que anunciara la presidente a fines de 2012. De mentira en mentira, de negocio en negocio, los damnificados de tanta desidia son siempre los mismos: lo más pobres, los que menos tienen.

Se avecinan tiempos difíciles y de conflictos: las paritarias ya comienzan y será una lucha intensa la que deberemos dar en defensa de nuestro salario y mejores condiciones de trabajo. Para darla, los trabajadores debemos seguir bregando por encontrar el camino de la organización y la unidad, estar preparados y organizados para evitar que la burguesía nos haga pagar los platos rotos de su crisis y ser conscientes de que, a pesar de que el sistema ha entrado en su larga agonía final, no se caerá si no lo empujamos nosotros, los destinados a ser sus enterradores.

En pos de esa unidad, marcharemos con otras organizaciones hermanas este 24 de marzo, fecha en que se consumara el golpe de estado genocida, continuación de la política de exterminio comenzada por Isabel Martínez de Perón durante su gobierno. La Triple A, las desapariciones y ajusticiamientos de nuestros compañeros ya habían comenzado cuando llegaron los militares a completar con mayor prolijidad el trabajo encomendado por la clase dominante, la responsable política del genocidio, la burguesía. Los militares, sus ejecutores y lacayos, no hicieron más que poner en acto lo que pergeñaran Luder, Ruckauf y otros políticos del ala más reaccionaria del peronismo. Es menester recordar, porque así como fueron antes, están dispuestos a ser ahora si sus intereses se ven en peligro. Cada vez que nos convoquen siniestros personajes como éstos DEBEMOS RECORDAR: SIEMPRE MARCHAN POR SUS INTERESES DE CLASE, NUNCA POR LOS NUESTROS. Lo mismo les da que muera el niño Néstor Femenia por desnutrición, que matar mapuches, reprimir trabajadores, silenciar reclamos o aplastar las luchas populares.

Para no repetir errores no hay mejor ejercicio que recordar quiénes son ellos, los integrantes de la burguesía, qué fueron capaces de hacer y quiénes somos nosotros, los trabajadores y los pobres y qué somos capaces de hacer si logramos la unidad y levantarnos como un solo puño contra este sistema no sólo explotador, sino asesino de los nuestros. Ejemplos heroicos nos sobran como faro para iluminar nuestra lucha.

Honraremos a nuestros desparecidos militando por un país mejor. Honraremos a nuestros caídos eliminando el sectarismo del campo popular. Honraremos a nuestros compañeros de todas las organizaciones revolucionarias de los ’70 cuando hayamos comprendido que la unidad es la herramienta indispensable que debemos obtener para nuestra emancipación. Honraremos a nuestros compañeros cuando tengamos claro que pertenecemos a la clase explotada y que no hay conciliación posible con los explotadores.

¡Gloria y honor a todos los militantes revolucionarios de los ’70! ¡Gloria y honor a nuestros compañeros del Partido Revolucionario de los Trabajadores y a los combatientes del Ejército Revolucionario del Pueblo! A vencer o morir por la Argentina y a los luchadores de hoy ¡Salud!

15 de Marzo de 2015