Partido Revolucionario de los Trabajadores
Por la Revolución Obrera, Latinoamericana y Socialista "El deber de todo revolucionario es hacer la revolución" (Ernesto Guevara)

Imprime esta página - Tamaño de texto + / -PRT Opina - 04.10.2012

NACIONAL

ANTE LOS HECHOS QUE SON DE PÚBLICO CONOCIMIENTO

El gobierno sabía que los prefectos tenían 11.000 recursos de amparo concedidos por la justicia, respecto del reclamo por sus salarios, considerando que el total de la fuerza está integrada por 13.000 miembros. El gobierno sabía que ya había 43 recursos de amparo de gendarmes, concedidos por la justicia, también por reclamos salariales y no se hizo cargo, firmando y aplicando un decreto con el cual tensaría aún más las relaciones con ambas fuerzas, las que utiliza permanentemente para reprimir a trabajadores y pobres.

El gobierno sabía que Sergio Berni, amigo íntimo de la familia Kirchner, era un carapintada devenido en "democrático" de último momento, pero lo nombró primero, mano derecha de la Ministra de Desarrollo Alicia Kirchner y luego, Secretario de Seguridad de la Nación, cargo desde el cual se encargó personalmente de supervisar la represión a desocupados y organizaciones sociales.

El gobierno sabía que con los traslados de las fuerzas desde la frontera a las zonas urbanizadas les quitaba el "derecho al botín" al que estaban habituados gendarmes y prefectos, por lo cual, al perder las prebendas a las que estaban acostumbrados en las fronteras, más los negocios del contrabando, el reclamo salarial sería inminente.

El gobierno sabía que golpistas como Horacio Ricciardelli, otro vinculado con los carapintadas, daba "cursos" en escuelas públicas en provincias con gobernadores del palo oficialista como Chaco y permitió que el hecho pasara desapercibido, que los golpistas difundieran sus ideas y que los gobernadores oficialistas dieran el plafond legal para su despliegue ante los jóvenes a los que hoy quieren hacer votar.

El gobierno sabía de la ILEGALIDAD del Proyecto X, montado, pergeñado y llevado a cabo por la Gendarmería, y minimizó el hecho, PERMITIENDO, JUSTIFICANDO y LEGITIMANDO que los uniformados nos espíen a cualquiera de nosotros, incluyendo dirigentes sindicales como los de Kraft Terrabusi porque le resultaba conveniente no sólo para mantener el control social, sino para neutralizar, perseguir judicialmente a los dirigentes y judicializar la protesta social.

El gobierno sabía que los burócratas como Pedraza eran patoteros de armas llevar como sus barras bravas a cargo, pero se fotografiaba con Pedraza como aliado hasta que mataron a Mariano Ferreyra. Tarde le dieron la espalda a UNO de los tantos sindicalistas corruptos que hoy mismo se siguen alineando a la política oficialista y que son exhibidos como un gran logro político, luego de fracturar a dos centrales sindicales, porque le resulta funcional a su plan de aplastar la lucha de los trabajadores. Todavía circula por la calle IMPUNEMENTE otro aliado del Gobierno, Gerardo Martínez, espía del Batallón 601, entregador de compañeros e integrante de las listas que el propio gobierno sacó a luz de los años de la dictadura militar.

El gobierno sabía que proponer la Ley Antiterrorista era arrodillarse a los reclamos imperialistas de Estados Unidos, pero no sólo elevó el proyecto, sino que ordenó a todos sus legisladores que lo aprueben.

Después de todos estos hechos previsibles, hoy tenemos a los uniformados reivindicando cara pintadas (siempre con uno como funcionario), indisciplinados y EXTORSIONANDO a los funcionarios con sus reclamos que, si no son atendidos en su TOTALIDAD, los mantendrán POR DECISIÓN PROPIA en la toma de edificios públicos como si tuvieran ese “derecho”. También tenemos a un testigo de la causa de Mariano Ferreyra DESAPARECIDO, cuando era previsible que debería haber sido protegido luego de recibir amenazas y ser baleada su casa, teniendo en cuenta que las patotas sindicales tuvieron, tienen y seguirán teniendo el accionar de las bandas parapoliciales que ya integraron en el pasado. ¿O acaso desconocemos que fueron parte de la Triple A?

Ante estos hechos, estamos convencidos de que el aparato represivo no sólo que NUNCA FUE DESMANTELADO, sino que recibió el oxígeno del propio gobierno, que permitió que canallas norteamericanos, veteranos de la Guerra de Vietnam, dieran “cursitos” de “seguridad” al mejor estilo de la Escuela de las Américas hace pocos días; que sigue manteniendo la política del avestruz, hundiendo la cabeza en la tierra y no dando la cara para tranquilizar a la población ante tanto uniformado haciendo gala de una indisciplina absolutamente inaceptable y de un cuentapropismo que los pone POR FUERA DE LAS INSTITUCIONES “DEMOCRÁTICAS” que dicen “respetar”.

¿Con la autoridad moral de esas fuerzas reprimirá el gobierno a trabajadores y pobres, como ha hecho hasta ahora, como cuando la Gendarmería reprimió en la Panamericana a un grupo de desocupados de organizaciones sociales o como cuando la Prefectura reprimió a los trabajadores del Casino de Buenos Aires? Los reclamos sociales, a diferencia de los de los sediciosos, son LEGÍTIMOS y la movilización del pueblo es la única herramienta popular para la protesta, pero en los códigos militares la INDISCIPLINA no es parte de las reglas de juego de las fuerzas represivas del estado burgués. ¿Acaso los maestritos de la Escuela de las Américas les enseñaron cómo desestabilizar la “democracia” en los últimos días…?

Ningún integrante de las fuerzas represivas es un “trabajador”, sino un esbirro dispuesto a tirar contra nosotros, algo que harán gustosos, como hicieron hasta ahora, apenas hayan resuelto sus “desinteligencias” con el gobierno. Tampoco ninguno es “democrático” en tanto y en cuanto no se subordinan al poder político. Los hechos refutan todas las declaraciones hechas por los uniformados sobre el supuesto respeto a la “democracia”.

Desde el PARTIDO REVOLUCIONARIO DE LOS TRABAJADORES no justificamos ni justificaremos, no apoyamos ni apoyaremos ningún reclamo de los esbirros del poder ni ninguna asonada golpista al descubierto o encubierta, pero tampoco justificaremos o haremos la vista gorda a las consecuencias de la política llevada a cabo por el gobierno al que responsabilizamos de todos estos hechos políticos.

EXIGIMOS las respuestas políticas que DEBE dar un gobierno que se jacta de “nacional y popular” que TRANQUILICEN a la población que observa con ojos azorados la anarquía de los uniformados que NO RESPONDEN AL PODER POLÍTICO, mientras con absoluta impunidad sostienen no ser golpistas y pautan mantener los edificios tomados hasta el martes.

EXIGIMOS que el gobierno se haga cargo de sus errores, que no son contables, sino POLÍTICOS.

EXIGIMOS que los responsables políticos de esta asonada de las fuerzas represivas RENUNCIEN a los cargos políticos y sean castigados como corresponde por permitir la extorsión de los uniformados.

EXIGIMOS que los uniformados regresen a sus malditos lugares adjudicados por el estado burgués, y dejen de pretender ser el centro de los problemas políticos y económicos que tenemos los trabajadores y los pobres de este país.

EXIGIMOS la inmediata aplicación y el castigo previstos por todas las leyes en vigencia para los golpistas que tienen acceso libre a las escuelas públicas con el fin de reproducir sus ideas desestabilizadoras y para los espías del Batallón 601 que siguen manteniendo impunidad con el aval oficial.

EXIGIMOS la anulación del Proyecto X de espionaje a dirigentes sociales, sindicales y políticos.

EXIGIMOS la anulación de todos los cursos de perfeccionamiento en la represión popular dictados por cualquier fuerza represiva, nacional o imperialista.

EXIGIMOS la derogación inmediata de la Ley Antiterrorista.

EXIGIMOS LA APARICIÓN CON VIDA DE ALFONSO SEVERO.

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